01/11/16 0:00
Asistir a dos días seguidos de conferencia mañana y tarde, puede llegar a ser tedioso si los temas no nos gustan o los conferenciantes son poco versados en los temas elegidos. Personalmente me gustan más las mesas redondas, donde se pregunta o se contesta. Si en la mesa redonda concurren expertos altamente cualificados en los temas que desarrollan, puede ser una gozada. Pero antes de intervenir hay que palparse dos veces la camisa, no vaya a ser que metamos la pata hasta el corvejón. En esa filosofía de no abrir la boca, siempre aparece uno que si no interviene, revienta.