En el peor momento de los posibles, se le ha ocurrido al PP elegir a José Manuel Soria, exministro de industria, para representar a España en el Banco Mundial como director ejecutivo (*). Es evidente que el gobierno en funciones del PP le importa menos que una higa eso que dicen algunos que la mujer del césar debe de ser decente y además parecerlo. Ya dieron cumplida muestra de su falta de ética con la destitución del peor ministro de la democracia o por lo menos, el peor valorado, José Ignacio Wert, pésimo ministro de cultura para una gran mayoría de españoles.
¿Y qué dirá usted que hicieron con él? Pues una jugada para encabronar más a la ya cabreada oposición. Le nombraron nuevo embajador español en la OCDE, 10.000 euros mensuales más gastos de representación. Y qué puñetera casualidad que su mujer Montserrat Gomendo trabaja en la misma organización. La pareja reside en la zona más lujosa de París, la avenida Foch.
Soria dejaba el Ministerio de Industria en el mes de abril tras aparecer en los papeles de Panamá. A partir de ahí dijo que dimitía por «los errores cometidos» al tratar de explicar su actividad privada. ¿Qué clase de ministro puede ser aquel que comete errores al explicar su actividad privada? Pues un individuo así era el ministro de Industria, Energía y Turismo. Y ahora va nuestro gobierno en funciones y sin que se le caiga un anillo al suelo lo elige para representar a España en el Banco Mundial como director ejecutivo. Vamos, para mear y no echar gota. Pero es que además no se pierdan el sueldo del puestecito en concreto, 226.000 euros libres de impuestos. O si lo prefiere, 37.603.236 pesetas.
Posiblemente José Manuel Soria esté cualificado para optar a semejante puesto pero no me fastidie usted, no saber explicarse en los asuntos de su actividad privada descalifican a cualquiera por completo. Algunos de los que siempre saben estas cosas dijeron que prefirió pasar por incapaz antes de reconocer que le habían pillado con los papeles de Panamá.
Lo cierto es que por más decente que pueda ser el ex ministro atufa a indecente. Mala cosa es no acordarse de la mujer del césar, como ahora también hace el PP, enfrascado, aparte de en sus corruptelas, en una más que dudosa investidura. Y ya digo, con esa incapacidad de poner claridad ante todo lo que pueda oscurecer cualquier atisbo de corrupción.
Una figura enmierdada donde las haya esta de la corrupción, que lastra la credibilidad del PP dando munición gratuita a los que no quieren pactar con ello precisamente por corruptos.
(*) El Sr. Soria renunció por escrito a su cargo la tarde del día 6 del presente mes.