Es muy chungo andar por la vida sin referentes, no confundir con mitos. No es lo mismo tener unos puntos de luz que ayuden a marcar camino, que adorar ciegamente a alguien. El mitómano corre el riesgo de caer bajo el síndrome del fan, y reverenciar a su ídolo haga lo que haga, desde Julio Iglesias a Bisbal, ya ha llovido demasiada caspa. Pero salvado este peligro, lo cierto es que mola que haya personajes públicos que caigan bien, que trasmitan buen rollo y algunos valores positivos, no sea imprescindible, pero ayuda.
Sin embargo, los referentes se han ido cayendo uno tras otro como un castillo de naipes. Se cayó el gobierno y los partidos políticos, los sindicatos, increíble lo de sus cúpulas pesebritas, la justicia, lenta y partidista, la iglesia, la corona, lo siento me he equivocado, yo no soy el duque en-Palma-do, los medios de comunicación, hasta los Alcántara de la serie Cuéntame han caído. Antonio y Merche, Imanol y Ana, parece que tenían sus chanchullitos financieros para pagar menos impuestos, es lo que se conoce popularmente como hacerse un Bárcenas, se fuerte Alcántara, se fuerte. Me cago en la leche Merche, que nos han pillado.
Y en esa estamos con una falta de modelos total, y nos enteramos que en una manifestación de nazis en Suecia, todos altos, todos rapaditos siguiendo el manual del perfecto estúpido neonazi, todos en grupo como la manadita que son, cantando sus cosas de nazis y su demás mierdas cerebrales, y Tess Asplund, una mujer negra, se puso delante de ellos con el puño en alto desafiante, retándoles en la mirada, a dos palmos de sus narices. Diciéndoles sin decir, no os tengo miedo, enfrentándose a 300 descerebrados que se paseaban escoltados por la policía en la ciudad de Borlänge. Y ellos seguían coreando sus consignas del buen neonazi, mientras ella les aguantaba el paso y no les perdía la cara en ningún momento, olé los ovarios, la fuerza y la dignidad de Tess.
El ganadito nazi en cuestión pertenece al grupo Movimiento de Resistencia Nórdica, uno de los grupos que proliferan y se expande como una mancha de aceite en los países nórdicos alimentados por el populismo antiinmigrante. Algún día caerá en la conciencia de todos los europeos el genocidio que está pasando en nuestras fronteras.
Tess dice que lo hizo pos un impulso, por rabia, por coraje. Las fotos y videos del hecho han dado la vuelta al mundo y ahora Tess está asustada. Sabe que esos tipos están locos, que tienen buenas conexiones con la política, y que son capaces de cualquier cosa por ese manto de cierta impunidad. Su miedo la hace aún más grande, porque como ya sabemos el valiente no es el que no siente miedo, sino el que a pesar del temor no se queda quieto. Todos tenemos miedo queridos lectores, es humano, es comprensible.
Y en esas anda la vieja y decrepita Europa. La Europa de Sócrates, de Platón, de Kant, de Rousseau, de Voltaire, de Rosendo y de Led Zeppelin, cada cual sus referentes oye, sigue dando pasos de cangrejo y se aleja de los años de las luces para poner rumbo hacia los años oscuros del enano dictador de ridículo bigotillo.
Cuántas Tess anónimas no habrá en las asociaciones de vecinos, en las plataformas contra los desahucios, en las ONG, en los colectivos sociales que luchan contra la pobreza, por la igualdad y la justicia social, en cada casa partiéndose el alma y la espalda por sacar familias adelante sin dejarse la dignidad por el camino. Olé los ovarios de todas ellas.
conderechoareplicamenorca@gmail.com