He podido asistir con unos amigos a una cata que organizaban de maridaje de diferentes quesos, donde lo que más primaba no era el nombre del queso en cuestión, sino la leche del que estuviera hecho. A saber: leche de vaca, leche de oveja, leche de cabra y mezcla de estas leches.
Personalmente siempre he estado de acuerdo con un buen maridaje, lo malo ocurre cuando el buen gusto y la exquisitez en vez de ir ordenados por la prudencia, los desbarata ese afán idiotizado de querer ser el más original.
Durante la cata de maridaje, fuerza era que me viniera a las mentes algunos de los grandes quesos por los que tengo confesada mi adicción quesera, entre ellos el Coinga de Menorca y el Gamoneu del Concejo de Onís (Asturias) ¡Hombre! Un buen Coinga con leche de vaca o un buen Gamoneu que puede llevar vaca, cabra y oveja, les digo ahora mismo que como mejor maridan es con un trozo de pan honrado sin otra cosa que harina, levadura sal y agua. Luego en la libertad de cada cual, está el experimentar, por ejemplo: pringue un coc con una capa de mermelada de figat y ponga por encima unas lonchas de un Coinga curado con todo su increíble potencial organoléptico. Este es un maridaje clásico en Menorca para la merienda y desayuno de la chiquillería. El queso Coinga marida con uvas, si son del tipo moscatel mejor que mejor. Me refiero a un Coinga semicurado; para este maridaje no les aconsejo ningún vino y menos aún cerveza, qué le vamos a hacer, formo parte de los que opinamos que la cerveza y el vino, mejor no juntarlos. En cuanto al vino para algunos quesos prefiero los blancos que los tintos. Un semicurado de Coinga tiene un maridaje muy agradable si coge usted una rebanada de pan y restriega por encima la pulpa de medio tomate. Casi me atrevo a decir que es imposible que no les guste, todo con ser un maridaje ciertamente descabalado. Un queso Coinga tierno, lo más tierno posible, se puede convertir en un manjar exquisito si pringa una rebanada de pan con miel y luego coloca por encima unas lonchitas de estos estupendos quesos tiernos que elabora la Cooperativa Coinga.
Coja un Gamoneu del Valle o del Puerto, que sobre gustos aún no hemos empezado a escribir. Quizá sorprenda a más de uno si les digo que he probado un vino dulce, un tostadillo de Portes, y sorprendentemente encontré que maridaba muy bien con un Gamoneu.
Si por ventura tuviera un lomo de corzo, apañe una bechamel, con un añadido de crema de Gamoneu y prepare los medallones de lomo tipo villaroy, se sorprenderán; acompáñelos de un vino blanco. Perfecto si tiene a mano una manzanilla sanluqueña, aunque le irá también muy bien un tinto Ribera del Duero, un Jumilla, un Priorato. Los asturianos suelen acompañarlo con sidra. En mi opinión un poco empecinados en que ésta marida con cualquier queso del Principado.
Un queso de cabra payoya (zona de Cádiz) maridará con pan ligeramente tostado y untado con una finísima capa de mermelada de albaricoque.
Un queso de oveja del Valle del Roncal, irá bien acompañado en la vecindad de una mermelada de membrillo a poder ser casero, pero sobre todo que no sea excesivamente dulce. Estos quesos de oveja solos con pan, acompáñelos de un vino blanco de su gusto.
Con los maridajesde los quesos podemos ir muy lejos. Yo sólo les he dado alguna idea, porque en puridad, todo depende del gusto de cada cual. Lo que intento decirles, es que lo que para mí no marida, para usted puede ser un descubrimiento placentero y viceversa. De eso es precisamente de lo que se trata, de disfrutar con lo que nos alimentamos.
Los quesos permiten maridajes incluso insólitos. Hay un queso francés pensado para degustarlo acompañado de café solo, sin leche, solo café.
No me resisto a no dejarles un último maridaje: fría unas patatas y un par de minutos antes de retirarlas de la sartén, agrégueles unos trozos de Gamones, si lo prefiere puede fundir el queso aparte. Mézclelo todo ¡Buenísimas!