Los menorquines tenemos una tendencia innata, como una marca genética, que nos lleva a llenar los supermercados los domingos y los días festivos. Es un fenómeno digno de estudio. Algunos creen que es algo relacionado con dos hábitos muy nuestros, el carácter familiar y el gusto por la buena comida. Lo primero hace que nos apetezca comer en casa y lo segundo nos mueve a montar una fiesta patronal en la cocina todos los fines de semana. Y como nos faltan ajos, vamos al súper el domingo y nos pasamos allí el tiempo de una etapa del Camí de Cavalls. Por eso, muchos restaurantes se nutren casi exclusivamente de los que no son de pura sangre local. Y por eso además, cierran los que no tienen clientes suficientes para esperar al próximo verano.
Terra de Vent
Al 'súper' que hoy es domingo
14/12/14 0:00
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