El papa Francisco ha vuelto a sorprender con la encuesta preparatoria del Sínodo de Obispo que se celebrará en octubre del próximo año. El cuestionario se ha remitido a todas las conferencias episcopales para recabar la opinión del clero y también los seglares. Los resultados de este gran sondeo serán incorporados al documento de base para el encuentro, titulado «Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización».
Desde el inicio de su pontificado, el papa Bergoglio ha dado pruebas de que, tras sus gestos de sencillez, late una decidida voluntad de cambio profundo en la Iglesia católica. Con una determinación y velocidad inusuales, la Santa Sede transmite su mensaje a millones de ciudadanos.
La encuesta encargada por el papa Francisco -jesuita franciscano- permitirá calibrar el pálpito de los católicos, más allá de la jerarquía eclesiástica, respecto a temas espinosos, convertidos en auténticos tabúes.
Desde Buenos Aires a Roma, Bergoglio ha iniciado una dinámica que millones de creyentes esperaban, necesitados de que la Iglesia católica transmita los nuevos mensajes que actualicen los valores del Evangelio.
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