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A menudo se abusa al calificar los acontecimientos que vivimos como históricos. Si todo lo que se pregona a los cuatro vientos como histórico lo fuera realmente, incluso las vivencias más intrascendentes llenarían páginas enteras de historia. A veces he oído tildar de histórica la goleada de un equipo de primera división contra su eterno rival, o el hecho de que un determinado partido gane las elecciones. Esa seria en todo caso historia particular de instituciones o personas, como la vez que Joan Armengol me entregó un video de cuando gané el premio Nadal y me dijo: «Eso es histórico para ti» También el día que nos casamos podría ser histórico, o el día que tuvimos el primer hijo o incluso el primer nieto.

CALIFICARON de histórico el Concilio Vaticano II y a lo mejor debía de serlo, porque desde entonces los celebrantes dejaron de darnos la espalda en la misa. Cuando mataron a Kennedy también fue histórico, porque aún andan buscando a su asesino; y cuando mataron el sueño de Martin Luther King. Luego vivimos las jornadas absolutamente históricas de la muerte de Franco, que algunos habíamos conocido siempre y creíamos que iba a durar para siempre; entonces una mujer gallega se cuadró ante el féretro y dijo: «¡Adiós, Paquiño, hasta el cielo!» Lo de la democracia también era absolutamente histórico, sobre todo cuando Tejero entró en el parlamento, disparó al techo y dijo con voz gangosa: «¡Quieto todo el mundo!» Bancos para que os quiero: la mayoría de los diputados se escondieron bajo el banco. Histórico. Luego se dio la vuelta a la tortilla y a quien vi enterrar con honores y pompa fue a Josep Tarradellas. Histórico. En 2001 lo de las torres gemelas de Nueva York fue de órdago: nunca dos aviones volaron tan bajo y saltó por los aires la seguridad de la nación más poderosa del mundo. Hubo otras historias desgraciadas, como los muertos en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que acabaron con las vidas de muchos ciudadanos anónimos que se dirigían al trabajo. Ya lo ven, cualquier día puede ser un gran día, o un día histórico.