Fue un placer nacer, crecer y convivir con hombres de mar. Personajes anónimos que sabían y amaban nuestro puerto y litoral menorquín. Conocían cada una de sus calas, sus denominaciones, "ses pesqueres", la profundidad de cualquier punto.
Con tan solo acudir a la baranda de la Miranda, observando la puesta de sol, prevenían el tiempo que reinaría al día siguiente. La mayoría no conocía el alfabeto, tampoco les hizo falta conocerlo; de tener que firmar algún documento, empapaban su dedo sobre la esponja de tinta, quedando sus huellas dactilares sobre el papel a modo de firma. "No tenien que passar pena".
Desconocían la numeración, y tampoco era preciso, ni los vendedores sabían de números, con ir haciendo redondos y rayas era más que suficiente, de aquella manera contaban y raras veces se equivocaban, por algo todos escuchamos en más de una ocasión…" es compte de sa vella". Es probable que alguno de mis lectores recuerden cómo se encontraban de decoradas las puertas de "davall sa plaça"; hoy, se pensaría que se trataba de una exposición pictórica.
Los laterales del claustro del Carmen lo componían puntos de venta que, una vez finalizada su función, quedaban debidamente cerrados, aquellas mismas puertas pintadas en verde carro, como llamaban a la pintura que vendía el señor Catchot en la Ravaleta. El fondo verde quedaba pintarrajeado de círculos con una o dos rayas en el centro, otros con una X, así se entendían los vendedores a la hora "de fer nombres". Creo recordar que en cierta ocasión publiqué aquellos guarismos. No son ni romanos, ni españoles, alguien me vendió por bueno que fueron heredados de los musulmanes (?).
Y una vez mas me he ido "de ca'n Bel·lo a ca'n Catel·lo. Inicié la narración con el puerto, introduciéndome en el mercado, que si bien se mira, tampoco es ningún disparate, ya que mucho tienen que ver el uno con el otro. Tanto la iglesia dedicada a la Virgen del Carmen como el propio claustro se encuentran ligadas. No debemos olvidar que la del Carmen, patrona de la Marina y de los hombres del mar, tienen mucho en común. No voy a continuar por este derrotero, debo pararme en bien y defensa de San Pedro, el de las llaves del reino. Este pobre pescador de hombres que se ha visto " decantat" dejándose de celebrar romerías en su advocación y los actuales pescadores celebran por todo lo alto su festividad el 16 de julio. Tan solo celebran el patrón de los pescadores, San Pedro, los mallorquines, con una procesión en su bahía y grandes festejos, tal vez es por ello que se encuentran más protegidos que los menorquines.
Dicho lo dicho, hago punto y aparte dispuesta a rubricar varios de los correos recibidos de personas mayores que ven con disgusto los disparates por falta de conocimiento de personas que van escribiendo en redes sociales, disparates sobre nuestra rada.
Cierto sujeto se ha atrevido a decir, textualmente, que frente el Club Marítimo de Mahón jamás hubo norays. Los de mi edad, todos los vimos y todos intentamos sentarnos sobre uno de ellos, algo que resultaba extremadamente difícil.
En mi archivo particular, son numerosas las fotografías en que se observan aquellos pilones pintados de negro con sus cabezas de color blanco, donde amarraban las embarcaciones, de pequeña y gran eslora, los yates y también las cuerdas que los padres ataban a sus hijos evitando se ahogaran a la hora de lanzarlos al mar para que aprendieran a nadar. Sin olvidarme de alguna "nansa", en compás de espera, para capturar algún pescado despistado que pasara por el lugar.
Se encontraban desde la cala del Fonduco hasta "es cul de sac des port". Incluso escuché a mis mayores cómo se lamentaban que se hicieran de antiguos cañones. También los vi en la ladera norte, precisamente servían para amarrar embarcaciones, entre ellas los buques y veleros en épocas pasadas. Destacaría:
Sa Punta des dragó (Caseta del Tibidabo)
Sa Basseta (Antiguo cementerio del Hospital Militar)
Es Buletó. En 1909 se construyó este vivero de marisco. Juntamente con otros, entre ellos el de mi apreciada amiga Mercedes Milá. Y que "per una caparrutada de Autoridad Portuaria no puede disfrutar, prefiriendo su derrumbe, con las nefastas consecuencias que ello conlleva para sus propietarios con escritura "en mà", el entorno y el descalabro paisajístico. Para muestra disponemos del antiguo vivero del señor Maspoch.
Continuando vora a vora, se encontraban los antiguos cañones, hasta llegar a la ensenada "d'en Cremat", "d'en Foxs", todo ello en el Canal de San Jorge. Y de coger una "lanxeta", cruzando el mar, llegados a Calasfonts, Cala Corp, se encontraban al igual que en nuestro Baixamar.
Y no acaba ahí, el embrollo y mentiras escritas que se encuentran en internet, "momareta estimada". Nada más y nada menos que una pareja de jóvenes dice haber realizado un mapa del litoral a modo de derrotero, afirmando no se encuentra Fornells, entre otros lugares. "Açò sí que és un disbarat com unes cases".
Debido a que mi abuelo paterno, Jaime "es Saguer", intervino en el mismo, es lo que me hace rectificar dicha argumentación.
En primer lugar, la nomenclatura empleada por los pescadores de esta isla para designar los diferentes puntos de la accidentada costa de Menorca llevada a cabo por don Jaime Ferrer Aledo, prestigioso farmacéutico, que ya expliqué en anteriores artículos, fue pariente de mis antepasados por línea paterna, valiéndose de expertos hombres de mar ayudándole en su libro, no encontrándose citado para nada el pescador que ellos citan. Ignoro de donde sacaron los dos estudiosos, al mismo, los que sí ayudaron al señor Aledo fueron los siguientes.
El epílogo dice así:
Gracias a la colaboración de Don José Llabré Roig y Don Pedro Riudavets Riudavets, patrones de pesca de Mahón, de Don Jaime Caules Taltavull ("l'avi meu"), pescador de Fornells; de Don Ángel Ruiz y Pablo, publicista menorquín; de Don Miguel Mir Jener, piloto de Ciutadella y de Don Miguel Sans Fuxà, patrón de pesca de esta última población puedo hoy publicar la siguiente nomenclatura. Para más señas consta de 42 páginas. Corría el año 1909.
Es lamentable, en momentos como los actuales observar desconocimientos básicos, de toda la vida, como aquel ilustrado que ignoraba que los mahoneses siempre habíamos vivido cara al mar. Cara al puerto, desde que los padres de familia se levantaban hasta que se iban a dormir. En uno u otro momento bajaban a Baixamar.
Por supuesto, estamos de acuerdo con el "fielatero" al decir que la televisión ha hecho mucho daño a las familias. Entre ellas, los mayores se acuestan más tarde, lo que hace que se levanten "a misses dites". Mientras que antaño se levantaban muy temprano dándoles tiempo de ir a "fer vorera", entregándose en su hogar, antes de ir a trabajar, con productos del mar para elaborar la comida o la cena.
Otros se sentaban pacientemente con su caña de pescar, mientras los había que echaban al mar, "ses nanses" . Alguien, entre ellos los ecologistas, dirán que se ha hecho en previsión. No lo dudo pero entre una cosa y otra nos han matado la gallina, ya sé, porque soy una chica mayor, que no hacía huevos de oro, "però entre uns i els altres, l'han esplomada".
Les invito a dar un paseo. Bajemos la Cuesta de ses Voltes, al llegar a Baixamar y mirar hacia la izquierda topamos con la catastrófica explanada que en su día aprobó la Autoridad Portuaria, vergüenza de nuestro puerto de Mahón, privando de la vista al mar. Los antiguos talleres de Paco y Fraterno García auténticos mecánicos, la fábrica de legía " oli-aigo", etc. Ayer noche, sentada en el restaurante Ca'n Martí (antes Pizza Wold), recomendándolo a los de buen paladar, mientras gozaba de su cocina y la tranquilidad del lugar, lamenté verme privada del panorama que antes se divisaba, la Base, la Viñeta, la Nou Pinya. Un cúmulo de trastos, que se encuentran acumulados en la explanada, hacen de muralla, afeando aquel tramo, haciéndome la pregunta del año y conmigo muchos más. ¿Éste es el eslogan turístico en beneficio del puerto de Mahón que lleva Autoridad portuaria?.
Por favor ,"que els tanquin i no els amollin mai més…."
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margarita.caules@gmail.com
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