El niño Gaspar Valls Fortuny, nieto de don José Fortuny Sintes

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Es verano, época ideal para sentarnos al fresco de la tarde bajo las parras, ataviadas de hermosas hojas en tonos verdosos. Debo creer que el horario y el lugar son mis musas inspiradoras a la hora de escribir, sobre una familia que siempre aprecié; la mía fue cliente tota sa vida continuando en ello mis hijos y mi nieta.

Nadie mejor para continuar la charla, que entrevistar al responsable de la firma. Alberto Fortuny Previ, según escribí el pasado sábado nació entre tejidos de todas, clases, sedas, organzas, algodones, driles, panas y chaviots. Dio sus primeros pasos, creció y jugó al escondite en aquel ambiente, con el que ha continuado a lo largo de su vida profesional; al paso del tiempo recuerda detalles que no se olvidan, ni se pueden desligar.

Al llegar de la escuela iba vaciando lo que se llamaba paquetería, colocando el contenido sobre una mesa preparada para ello. Repasando albaranes, precios, a la vez que se iban anotando los mismos, donde su padre le iba refiriendo. Una feinada. No obstante, Berto soñaba en finalizar pronto sa tasca para ir a jugar a baloncesto en aquel patio del colegio de los Hermanos de la Salle, a quatre passes de ca seva, donde los mayores intentaban hacer cestos preparándose para el próximo domingo en que debían enfrentarse al Alcázar. Deporte que el fundador jamás llegó a comprender, lo suyo era asistir los domingos al campo de San Carlos, defendiendo los colores de la Unión. Una de sus pasiones, después de la familia, el fútbol.

La vida en nuestro Mahón, iba cambiando de modelo. Estableciéndose infinidad de contratistas de obras sin título ni nada que tuviera que ver. Su base, haber trabajado el oficio con buenos maestros des de petits. Poco a poco iban desapareciendo las norias y huertos que un tiempo habían envuelto de verdor la población, convirtiéndose en jaulas de cemento para cobijar familias con ánimo de convertirse en gent moderna. Debido a la modernidad, mientras los varones cambiaban es càvec per sa paleta, las muchachas hacían lo propio arrinconando el cesto de costurera i sa cadireta baixa de boves, ya no les interesaba el oficio de costurera o de sastresa, iniciándose en la bisutería, algo que les ofrecía mayores oportunidades de poderse hacer una bona dot.

Para los comerciantes avispados con miras al futuro ello les venía muy bien, si disminuían los talleres de modista, alguien debía ofrecerles una vestimenta digna, lo que se conocía por confección de calidad, tal como rezaba un popular eslogan, "vista a la moda a un precio justo".

En 1960 se efectuó el primer pase de moda confeccionada en la propia tienda de Es Camí des Castell y en 1961 se llevó a cabo en el Club Marítimo de Mahón, una mañana de domingo de primavera, Fortuny para dar mayores facilidades de desplazamiento dispuso un autobús gratuito, llegando a hacer más de tres viajes de subida y bajada. Un éxito. Que se repitió dos años más. Mostrando las nuevas tendencias caballero, señora y niño, de ocho a dieciséis años. Las prendas exhibidas convencieron al público por su gran calidad.

En España se estaban estableciendo grandes fabricantes de confección, el señor Fortuny se puso en contacto con varios de ellos, algo que su clientela no dudaría en agradecerle, el disponer de trabajo junto a un nuevo modelo de vida. Se compraba a plazos, se firmaban letras adquiriéndose los primeros pisos, el 600, la Montesa, Lube, o Vespa. Los atardeceres daba gloria pasear por la ciudad, los jóvenes, y no tanto, al finalizar el trabajo, antes de regresar a casa, donaven una volta. Intentando ir bien vestidos y conjuntados. Los sábados se iba a la peluquería y al cine, açò no fallava, mientras Sésamo y Jardines Infanta eran testimonio de idílicos noviazgos que iban surgiendo. Por supuesto que se encontraban los llamados estamentos sociales, pero las ansias eran de tirar endavant, se notaba el progreso. Tothom vivía.

El fundador de la reconocida firma, tras ir investigando, topó en Madrid con Manufacturas África que confeccionaba abrigos y trajes chaqueta muy bien acabados, con telas de una textura muy agradable. Llegaban a venderse quinientos abrigos y doscientos cincuenta trajes chaqueta. El mismo fabricante disponía de la firma Clamide para caballero. Manufacturas África, dio a conocer el popular Foam-Dugan, sus prendas carecían de entretelas, haciendo uso de este nuevo tejido que le daba un acabado ideal y de mucha calidad.

Casa Demont, de Santa Coloma de Gramanet, fundada por don Vicente Macías Puig, un hombre de larga experiencia en el mundo de la confección que percibió como su esposa Ana, no encontraba prendas de su talla. En 1953 estableció un pequeño taller que fue una auténtica revolución, vistiendo de una manera moderna y desenfadada a las más jovencitas que precisaban a partir de la talla 46.

Mapusela, de La Coruña, fueron los más importantes, en el tema de abrigo, chaquetones, tres cuartos, etc. Es fácil que muchos no hayan olvidado sus tejidos de doble faz, convirtiendo sus modelos en dos tonos diferentes. Los reversibles siempre tan cómodos y elegantes.

El tiempo corría raudo, los Fortuny Previ se habían convertido en abuelos, su hija mayor Juana y su esposo Luis Valls ya eran padres de tres hijos que eran la alegría de la familia. Mientras es Camí des Castell ofrecía una nueva imagen, poco a poco iban disminuyendo los carros de transporte y de los payeses que llevaban sa sumada al mercado, el que sí continuaba pasando cada media hora era el coche de Roselló, dirigiéndose a Villacarlos.

Don José Fortuny, inteligente y siempre con miras al futuro, observando la valía de su hijo, sus dotes y capacidad per dur sa botiga, intentaba delegarle nuevas funciones a la vez que viajaban juntos, con ansias de ir conociendo las tendencias de la temporada. Por supuesto que continuaban recibiendo las visitas de los representantes y de manera especial dos veces al año, se les requería en el Hotel Port Mahón, donde la firma África se trasladaba juntamente con dos modelos presentándoles las nuevas tendencias. Esta atención era exclusiva para Fortuny, la casa Comellas de Ciutadella y la Cigüeña de nuestra ciudad, disponiendo de la exclusiva para la Isla.
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margarita.caules@gmail.com