Conectando sueños

Se han reunido en California, para conocerse mejor y tratar temas bilaterales. Lo de bilaterales es un decir, porque nos afectarán a todos. La economía, la contaminación, la ciberguerra… esas cosillas que pueden crearnos enormes problemas de supervivencia. Si el mundo fuese una democracia, y los países, partidos políticos, los chinos ganarían de calle las votaciones. Si hablamos en términos cuantitativos, de población, estos dos hombres (junto con el presidente de la India) representan a la mayoría de los habitantes del planeta.

Podemos seguir la evolución demográfica mundial, en tiempo real, en el "World Clock"; una página web que contabiliza los nacimientos y defunciones que se van produciendo… y el número total de gente que vive sobre la Tierra. La última vez que lo miré, estábamos en 7.077.583.105 y subiendo… pone un poco nervioso, la verdad.

Mientras EEUU y China coordinan sus sueños, Europa sigue inmersa en la parálisis y la recesión económica. Parece que en lugar de tener un sueño, tenemos sueño, que no es lo mismo. Sin crecimiento, no se crea empleo. Y sin empleo, no hay futuro. Necesitamos equilibrar las cuentas sin quedarnos parados. Porque una cosa es soñar, y otra, dormirse.
En este ambiente, no es raro que los sueños se conviertan en pesadillas. Como ese simposio titulado: "Espanya contra Catalunya: una mirada històrica (1714-2014)". O mirada histérica: se siembra, se cultiva el odio y el resentimiento… y tarde o temprano, se recogen tempestades. Las conclusiones de estos encuentros pseudo-científicos, ya están implícitas en las premisas. Recuerdan la historia oficial que se estudiaba durante el franquismo, cuando el poder dictaba lo que se tenía que contar.

¿Acaso compartimos algún sueño? Escuchemos a Sigmund Freud, y a un tal Segismundo, expertos en el tema, para ver si nos ayudan a dar con la respuesta...

- Doctor Freud ¿Usted qué opina? ¿Tiene un diagnóstico preciso de la situación?

- Yo siempre he pensado que la razón es una piel muy fina, que difícilmente cubre el océano de pulsiones instintivas que nos manejan. Ya se demostró de manera fehaciente en mi época. Pero se repite, de forma machacona, a lo largo de la historia. Los sueños, bien interpretados, nos permiten entender lo que sentimos, y lo que mueve nuestro comportamiento inconsciente. Casi siempre, un trauma infantil.

- O sea, que hay que escarbar en el pasado para entender el presente.

- Pues sí, dime de donde vienes y te diré qué sueñas. Dime qué sueñas y te diré quien eres.

- Bueno, Segismundo, ¿qué le parece la opinión del insigne doctor? ¿Podemos conectar nuestros sueños, como dice Xi, o tenemos sueños estancos, que nos separan de los demás y nos enfrentan a realidades oníricas extrañas o incompatibles?

- Más vale tener un bonito sueño y compartirlo, pues bien sé yo, que la vida es eso…