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Ha causado sorpresa la noticia del cambio en la gerencia del IB-Salut, sobre todo porque se rompe la tradición de que sea un profesional de la sanidad. La Conselleria ha optado por un experto en la gestión económica, Manuel Yebra. Seguramente el Govern ha valorado que sea una persona de su confianza y que pueda aplicar los criterios de austeridad que afectan a la sanidad pública. De entrada, un profesional sanitario como José Luis Gallego ha mantenido una tensa relación con el personal del IB-Salut, hasta el punto que la petición de su relevo era ya ampliamente compartida. Por tanto, en principio, no hay que valorar que el nombramiento en sí mismo represente una ventaja o un obstáculo. El IB-Salut ha desorientado en algunas ocasiones a los profesionales con medidas que ha debido rectificar. Las horas extras de los médicos, por ejemplo. Lo importante es que las políticas de austeridad no se apliquen sin contar con el conocimiento y la colaboración del personal. El cambio en la gerencia abre, de momento, la oportunidad de mejorar el diálogo entre los gestores y los empleados, con el objetivo de que la atención sanitaria no pierda por el camino la calidad que ha ganado con el esfuerzo, principalmente, de los propios profesionales.