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26-X-12
5.578.110. He ahí una cifra fría y contundente como un puñal hendido en el cuerpo social. Es el actual número de desempleados en España. Dramáticas imágenes de desahucios sin cuento, centenares de familias sin techo, jóvenes sobradamente preparados obligados a emigrar, contratos basura, desolación y desesperanza… ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Por poco que intentemos sobrevolar las trincheras del sectarismo, "la culpa es de Zapatero" o "los recortes de Rajoy nos han hundido", lo cierto es que para llegar a una situación tan dramática se han tenido que hacer las cosas mal desde hace lustros, legislaturas y legislaturas de autosatisfacción, "España va bien", "Estamos en la champions de la economía", qué más da quién pronunciara las frases. Cuatrienios y cuatrienios sin atender voces agoreras (pocas, bien es cierto) que hablaban de un gigante con pies de barro para referirse a la economía española. ¿Para qué han servido los miles de asesores al servicio de los políticos de turno?, ¿para qué sirven políticos con nula capacidad de previsión? Ineptitud, ineptitud, ineptitud.

27-X-12
Escuchamos en el Ateneo al doctor Luis Montes, famoso a su pesar por la ignominiosa persecución de que fue objeto por el equipo de Esperanza Aguirre a raíz de unas supuestas sedaciones terminales inapropiadas en el llamado "Caso Leganés", de las que fue finalmente exonerado. El doctor, alejado hoy de toda polémica, y presidente de la asociación Derecho a Morir Dignamente nos habla de ello (¿por qué se nos niega a los humanos lo que se concede a los animales de compañía?) y suscita un sosegado, profundo y respetuoso debate entre los asistentes. Una soberbia noche ateneística.
Después, y en el siempre distendido ambiente del Gradinata, J.V, asustado ante la posibilidad de permanecer en una España sin Cataluña, me insiste en una realidad alternativa:
-Si no nos independizamos estamos muertos.
-¡No fotis!
-Sí, pero de los mallorquines. Con ellos no vamos a ningún sitio, pasan de nosotros y se lo quedan todo.
-¡Exageras!
-Para ellos no somos más que un parque temático de ecologismo y alta cultura (?). Te lo digo de veras: hay que soltar ese lastre.
-¿Cómo?
-¡Ah!

28-X-12
Mientras en la mañana dominguera escucho los largos sollozos de los violines de otoño (Verlaine/ Tomeu Gili copyright), voy clasificando un florilegio de insultos recogidos en las porquerizas de prensa: nazis, fascistas, totalitarios, enajenados, paranoicos, traidores, ¡Islamistas!... Se refieren obviamente a los catalanes y continúan, claro está, fabricando independentistas.
Mientras tanto, Aznar bajó del Sinaí con las nuevas tablas de la Ley. Ojo, nos advierte Antoni Puigverd en "La Vanguardia", que el hombre de las Azores sabe lo que hace y dice, no convienen despacharlo con una referencia a su apocalipsis show habitual. Su doctrina, que refunda el nacionalismo español de raíz romántica con el republicanismo cívico, ha calado entre las clases medias españolas, donde no hay relato alternativo ya que el actualmente irrelevante socialismo español se ha quedado en cuestiones cosméticas y UPyD es, según el filósofo catalán, aznarismo al cuadrado. Ojo al parche, sí.

29-X-12

Leo en la revista de gastronomía y viajes "Sobremesa" que hasta ahora estábamos acostumbrados a las máquinas de vending que dispensan refrescos, cerveza, chocolate, patatas, etcétera, pero que hoy existe otro tipo de productos atípicos que podemos encontrar en estos soportes de venta. Tal es el caso de la leche fresca cuyas máquinas-continúa la revista- pueden verse ya en el País Vasco, Cataluña y Navarra…
Y en la ciudad hermosa y galante también, gracias al espíritu emprendedor de Xavi Seguí que ya ha instalado dos de estos artilugios, uno en los aledaños de la Explanada, esquina J. Clavé, otro en los del Polideportivo. Como los tiempos del madrugador lechero en la puerta de casa no volverán, bienvenidas las máquinas que nos devuelven parte del paraíso perdido.

30-I-12
Aunque he defendido públicamente desde hace lustros la cooficialidad Maó / Mahón por considerarla la única fórmula que respeta la unidad lingüística catalana y al mismo tiempo la sensibilidad de un importante número de mahoneses, siento la frustración de que los dos partidos mayoritarios no hayan sido capaces de ponerse de acuerdo en ello, única manera de cerrar para siempre el contencioso. Ha faltado finezza en unos y ha sobrado sectarismo en otros.