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Hacer compatible el ocio nocturno y el descanso de los vecinos es una cuestión que siempre ha motivado situaciones polémicas. Ahora, en Ciutadella la denuncia de un vecino y la falta de una ordenanza específica municipal han provocado que el Ayuntamiento se vea obligado a aplicar la legislación de 1977, lo que exige que los bares y discotecas cierren antes. Los propietarios de estos locales han levantado su queja porque la antigua norma les perjudica y no se ajusta a sus necesidades de actividad. Es Pla se ha convertido en la zona de ocio por excelencia de la Isla y merece una norma específica, ya que no es lo mismo este espacio que una calle en el centro histórico. El Ayuntamiento debería haber contado ya con una ordenanza aprobada. La falta de consenso fue el motivo de que no se aprobara en el último pleno municipal. Le corresponde, por tanto, al equipo de gobierno del PP acelerar el proceso y a la oposición facilitar el acuerdo, sin que ello implique que la norma sea precipitada y que al final no permita cumplir con su objetivo, que es el de favorecer la actividad económica de las empresas de ocio y al mismo tiempo garantizar las condiciones para el descanso de los vecinos.