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El fuego pudo haber arrasado ayer una zona forestal en el norte del término de Maó. El fuerte viento, la falta de lluvias y el punto en el que, seguramente, la imprudencia de quien lanzó una colilla desde un coche originó el fuego, eran factores que representaban el máximo riesgo. Por este motivo, el IBANAT declaró el nivel 1 y se produjo la intervención de los medios de extinción de Palma, que resultaron definitivos. Sin embargo, hay que felicitar a los profesionales de la Isla, por la rapidez de la intervención, lo que no es una excepción. La actuación eficaz en una zona de fácil acceso permitió ayer la contención del fuego desde el principio. La coordinación también ha sido muy positiva y la posibilidad de contar con los medios de Palma es una garantía que merece ser valorada. En casos como el incendio de Santa Catalina vale más curarse en salud, y disponer de suficientes recursos de extinción para no tener que lamentar después unas consecuencias muy negativas. El riesgo era evidente y la respuesta ha sido profesional, eficaz y ajustada a las necesidades. El balance de incendios este año en la Isla se sitúa en el nivel habitual. Cada década se produce un incendio de grandes proporciones. Aunque no existen garantías absolutas, ayer se demostró que se dispone de medios para una actuación eficaz.