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No creo formar parte del pelotón de los "chicos Martini". Es decir, ni soy un fanático de esta maceración ni tampoco creo reunir el aspecto que se supone tienen los guerreros de barra y/o piscina que normalmente la representan (nunca utilizo gafas de sol). Tampoco pretendo imitar a ninguno de sus iconos publicitarios: ni a George Clooney (quizás porque no puedo) ni por supuesto a Charlize Theron con la cual no tengo parecido natural alguno. Pero eso no significa que alguna vez no me tome unos "martinis" con plena dedicación y reconocimiento a su creación.

Pudiera ser que esta bebida tuviese su origen en la antigua Grecia, cuando Hipócrates sumergió diversas hierbas en vino lo que condujo al conocido vino hipocrático. Quizás fuese bajo su influencia cuando el filósofo griego aseguró aquello de "Ars longa, vita brevis" ("El arte -la ciencia, el conocimiento- es duradero pero la vida es breve"). ¿O se refería a que una bebida bien conjuntada también puede ser arte aunque uno consuma su existencia en unos breves sorbos?

Como en tantas cosas los italianos se agenciaron históricamente, y quizás justamente, de la fórmula de ese aperitivo. Fue en 1863 cuando Alessandro Martini y Luigi Rossi crearon en Turín la compañía "Martini & Rossi". Actualmente su fórmula permanece custodiada en una caja fuerte en Ginebra (¿Una dulce venganza de la bebida italiana contra la globalización de la ginebra anglosajona?)

Dice Javier de la Muela: "Los vermuts se elaboran a partir de vinos blancos; los tonos rojizos se obtienen añadiéndoles caramelo. En su producción intervienen complejas mezclas de hierbas, muchas de ellas iguales a los bitters y licores. Así, se encuentra manzanilla en el vermut seco, vainilla en el blanco dulce, genciana en el rojo y, en todos, ruibarbo, raíz de lirio, quinina y un sin fin de hierbas más".

Unos consejos: jamás debe tomarse un Martini por la mañana cuando el cerebro está en fase de plena adolescencia. Jamás deben acumularse demasiadas dosis a riesgo de tener que recordar a la escritora norteamericana Dorothy Parker que aconsejaba no pasar de la segunda copa porque la cuarta le aseguraba acabar debajo (en el sentido bíblico del término) de cualquiera.

El "Martini" nunca debe prostituirse tomándolo a los sones del pienso musical habitual. Hay una música especial para aumentar el deleite de su sabor: Celentano, Jimmy Fontana, el grupo Pink Martini, etc. Esos sí pueden servir.

Tampoco debe utilizarse el Martini para lograr el coraje necesario para enfrentarse a una mujer, porque luego impide que la cosa funcione como debiera.

Siempre hay que recordar a Macbeth cuando nos referimos al alcohol: "Provoca el deseo pero impide su realización".

El Martini es la madre de muchos cócteles internacionales: el Americano, el Negroni, el Manhattan, el Rob roy, el Dry Martini, etc. Dicen que "la bevanda più bella del mondo" retrotrae a la Riviera, a Portofino, a la costa italiana. La bebida es, efectivamente, el icono del glamour. Una muestra de sofisticación.

Yo reivindico una Menorca sofisticada, una Menorca con glamour. Una isla internacional. Abierta. Alejada de compartimentos estancos. Sin dogmatismos. Una isla cosmopolita. Este pasado sábado recordaba con un amigo los tiempos de "Amarillo" y del original "225" (two, two, five). Eran puntos glamorosos de la Isla.

Eran puntos de sofisticación, puntos de distinción. A otro nivel también lo fue el ambiente internacional creado por Tiago Moysi en los Bucaneros (Binibèquer).

Pero han pasado los años. Creo que Menorca se ha embrutecido en muchos aspectos. No tenemos glamour y no existe la mínima sofisticación necesaria para subsistir en nuestro mundo globalizado. Y hoy solo sobreviven los que se distinguen. Menorca no se distingue. La política aldeana lo ha impedido. Por eso la Isla se hunde.
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Notas:
- Enhorabuena a Miquel Tutzó por su nuevo blog de opinión (http://miqueltutzo.wordpress.com/).
- Mientras Mas aleccionaba idílicamente a los menorquines en Fornells, los catalanes se preparan para ser intervenidos por la tozuda realidad.
- Atención a un chico de 16 años que practica magia como un auténtico maestro. Es el Mago Indi. El pasado sábado encandiló, sorprendió y maravilló a todos los asistentes a una fiesta privada. Realmente formidable. Y con tablas.
- Los "Beach Boys" en España. Ya les contaré.