TW
0

El 13 de Mayo de 1940 el Parlamento británico escuchó unas palabras de Sir Winston Churchill que quedaron para la historia: "I have nothing to offer but blood, toil, tears and sweat". Efectivamente, ante la amenaza nazi el Premier sólo podía ofrecer a su pueblo "sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor" (¿por qué en España cuando se menciona este discurso siempre se olvida de citar el "esfuerzo"?) Sí, es en los momentos históricos difíciles cuando los auténticos líderes deben guiar a su pueblo.

Hace setenta años Churchill se enfrentaba a los problemas de una previsible invasión alemana, a una guerra militar. Ahora España también está en guerra: en guerra económica. En una guerra que nos ha conducido ya a una rendición preventiva ante los poderes económicos europeos. Escuchar al presidente español afirmar algo así como que "ya no somos libres de hacer lo que querríamos sino que estamos forzados a hacer lo que nos dictan otros" es reconocer que ya no dependemos de nosotros mismos. Que somos un estado sin autonomía propia. Un estado dependiente.

¿Y cómo se ha llegado a eso? ¿Ha sido el pueblo culpable? No, padre. Lo han sido los políticos que han dirigido y mangoneado el Estado y los poderes económicos que nos han endeudado hasta límites nunca imaginados. Quienes debían vigilar no lo hicieron. "Bad luck, boys" (¡mala suerte chicos!). Los políticos han corrompido al país con sus experimentos político - administrativos (las autonomías) que se les han escapado de las manos y los segundos lo han hecho con su inmoralidad y ambición. El caso de las Cajas de Ahorro es sangrante. Dirigidas por un conglomerado de políticos partidistas, sindicalistas apoltronados, inexpertos, incompetentes e inútiles han dilapidado todo el capital pretendidamente social con el que contaban.

Una guerra significa sacrificios para todos. No sólo para unos. Pero vemos como en España todo se supedita a estrujar al más débil. ¿Y la Casta? ¡Ni tocarla! Cualquier ciudadano sabe que todas las medidas anunciadas sólo conseguirán debilitar la actividad económica y empobrecerán aún más a nuestro país. España tiene un problema político anterior al económico. Mientras no se toque la estructura del estado, mientras no se adelgace todo la trama político administrativa es imposible salir de la crisis. Pero eso no se quiere tocar seriamente. Sólo se proponen débiles medidas de maquillaje. El gasto autonómico consolidado es inmenso y ya es imposible mantenerlo. Pero allí es donde está el poder de los políticos. Los empleos políticos garantizan sumisión al líder. Antes que defender las comodidades del pueblo prefieren primar los intereses de su Casta. Vivimos en una partitocracia que se ha adueñado de la voluntad popular. Recientes encuestas consideraban a los políticos como uno de los mayores problemas del país. Lo son.

Todas las autonomías están quebradas. Los corrales particulares se han demostrado imposibles por lo que hay que parar ese despilfarro. Y hacerlo ya. Mientras España ha perdido autonomía en Europa, las pequeñas autonomías españolas pretenden seguir siendo autónomas de su propio país. Un sinsentido. Pero de momento pueden más las amistades, los intereses creados, las canonjías, el interés gremial de los políticos que el sentido común. Es la Casta contra el pueblo. España es hoy un coche que baja una cuesta sin frenos. Se estrellará si no se consigue parar esa loca carrera. La intervención final será inevitable. Y ya falta poco. Sobran autonomías, sobras políticos y sobra tanta devoción medieval por esos Reinos de Taifas gremiales. Ya no es posible mantener por más tiempo este cotarro.

Notas:
- Un hecho real: Un padre me cuenta que mandó a su hija (12 años) a un curso veraniego de inmersión lingüística en inglés ("L' estiu és teu") en Cabrera de Mar (Barcelona). El día de la final de la Eurocopa los monitores no dejaron ver a los niños el partido de España por televisión ya que al parecer existía una directiva de la Red de Albergues de la "Generalidad" que lo impedía. Los niños se fueron enterando del resultado por las llamadas de los padres que les fueron informando. Al final se organizó un gran coro con gritos de "Yo soy español, español, español". El tiro por la culata. Es tremendo que niños de entre ocho y doce años deban sufrir la censura nacionalista. El responsable final de todo ese tinglado en Cataluña es el pregonero de Fornells de este año. ¡Pues vaya elección! ("Un censor en Fornells" buen título para un próximo artículo ¿no?).

- Somos españoles (Mahón) y "som menorquins" (Mahó). No somos catalanes (Maó).