Basta ya de tanta Islandia

Estos irreductibles, quejicas profesionales, se empeñan en demostramos las ventajas de la llamada Revolución Islandesa. Nos cuentan que el primer ministro islandés, Hein Haarde, que llevó al país al colapso económico del 2008 está imputado por su mala gestión. Nos dicen también que una serie de protestas ciudadanas llevaron a la convocatoria de dos referéndum, a ver si los islandeses quería pagar la deuda como los griegos, o por el contrario se negaban a pagar una fiesta, que ellos no habían organizado, y decidieron que la pagaran los culpables. Nos informan que se negaron a la sumisión ante el FMI y demás organismos oficiales, y decidieron salir de la crisis-estafa en la que se encontraron, defendiendo su estado de bienestar. Nos recuerdan que los islandeses tienen un sistema sanitario gratuito y universal, nos informan de que en el 2010 organizaron una asamblea constituyente de "ciudadanos de a pie", y modificaron su constitución, y que el 90% de la población se negó a pagar con su dinero la deuda que contrajeron sus banqueros, y que además perdonaron parte de las deuda hipotecaria a sus ciudadanos, como una herramienta para recuperarse cuanto antes. Y nos gritan a la cara que Islandia ya ha salido de la crisis-estafa, que está en crecimiento y que debería ser un referente del camino a seguir.

Vamos a ver, si todo eso está muy bien, pero alguien se ha planteado el frío que hace en Islandia. Es que estos protestones profesionales no ven que Islandia ni siquiera se ha clasificado para la Eurocopa de fútbol. No han analizado que hablar islandés es más difícil que entender los discursos enrevesados de nuestra casta política, a ver quien es el listo que repite de carrerilla el nombre de uno de sus parques naturales Jökulsárgljúfur.

Que no tienen paro, que tienen sanidad y educación pública, que no le han besado los pies a los mercados, ¡ y qué!… tienen ellos acaso tantos aeropuertos ( aunque estén cerrados ) como nosotros, tienen la posibilidad de instalar Eurovegas, tienen casos de corrupción que les entretenga y les divierta, tienen tenistas con relojes de 400.000 euros, tienen portavoces públicos que inviten a sus jóvenes a Londres a trabajar, o a sus parados a buscar curro en Laponia, les llega la señal de Telecinco para pasar las tarde tranquilitos, tienen un rey que cace elefantes o un duque que, presuntamente, cazaba euros públicos, tienen ellos políticos capaces de decir algo y su contrario en menos de una hora, tienen ellos a ciudadanos durmiendo en los cajeros automáticos llenando de vida las calles de sus ciudades…

Tanta Islandia, tanta Islandia, a ver quién es el guapo que aguanta los gorgoritos de su cantante Björk… bueno tengo que reconocer, queridos lectores, que en eso nos ganan, porque Björk puede que haga gorgoritos, pero lo de Bustamante no tiene nombre.