Se busca a los malvados

2-VI-12
Para quien acostumbra a ver un par de partidos por semana de la Premier League, más el del Barça, más el ratito en el que el Madrid no gana el suyo, no resulta fácil combatir el mono que le provoca el fin de la temporada regular. En este sábado de lenta digestión de la langostada que nos han ofrecido JS. el anfitrión y SM. el artista arrocero, las horas parecen detenidas en la cruceta del travesaño…

3-VI-12
Primer baño de la temporada en S'Arenal en una mañana que amenaza lluvia pero que mantiene el agua de la concha como una bandeja de plata. Lectura reposada de "Ningú no pot enganyar els morts" la última novela (y la más lograda, a mi juicio) de Josep María Quintana en la que, además de una concienzuda lección de arte contemporáneo nos mete bajo la piel de un pintor menorquín cuyos avatares llevan de Fornells a París y Nueva York, pasando por Mathausen, sin un deje de nostalgia por su patria chica… Hasta la catarsis de su regreso, cincuenta años después. JMQ se está convirtiendo en un exquisito especialista en novela histórica, a la que incluso sabe darle gratificantes pinceladas eróticas, y un final tan brillante como desolador…

4-VI-12
Mayoría clara de padres que optan por la enseñanza vehiculada por la lengua vernácula. Es, a mi juicio, y siempre y cuando se garantice un correcto aprendizaje del castellano, la mejor manera de compartir además valores cívicos: rechazo de violencias, solidaridad, igualdad de oportunidades, respeto a las instituciones, relativización de pertenencias patrióticas y religiosas…

Aspiro a que mi nieta domine y use con naturalidad el catalán de Menorca de su abuelo y el castellano de sus abuelos navarros y aragoneses, y estoy convencido de que ello es mucho más fácil (y natural) a través de la enseñanza vehiculada por el idioma propio del lugar en el que se vive. Ojalá nosotros hubiéramos tenido la oportunidad.

5-VI-12
Hace unos días nos dejó Antonio Salom, un casi centenario con quien coincidí muchos años en las juntas del Ateneo donde llevaba las cuentas y nos avisaba de que si caía una inspección iríamos todos a la cárcel… Luego lo veía esporádicamente en mi consulta (los años respetaron sus ojos y la lucidez preservó su mirada) y de vez en cuando por la Explanada donde invariablemente me mostraba su sombría visión de la sociedad actual. Estaba harto de tanta inmundicia que él, una bellísima persona de las de antes, no podía comprender.

Al hilo de don Toni, también experimento una cierta nostalgia por una sociedad en el que el bien y el mal estaban identificados. Hoy, sin más categorías que las del éxito o el fracaso, el mal se hace poroso, inaprensible y no acertamos a enmarcarlo, como somos incapaces de definir hoy al antes perfectamente identificable gángster, hoy diluido, indistinguible de los pícaros que en nuestro país son comprendidos y, en ocasiones, votados masivamente en las urnas.

Volver a identificar y desenmascarar al Mal es hoy tan crucial como cuadrar las cuentas públicas. Sin ciudadanos honestos y por tanto fiables, prudentes, solidarios, sin rescatar lo esencial de las antiguas bellísimas personas (también eran pulcros y piadosos, hoy día sería mucho pedir), no es posible construir ningún entramado social capaz de generar confianza para salir del marasmo…

6-VI-12
No se merece el Sporting Mahonés ese vodevil. Ni se entiende después de un proceso electoral abierto y con todas las bendiciones oficiales. Triste sino el de un club odiado por sus progenitores y cuarteado por sus hijos…

Tampoco se entiende que el Govern no reparta con justicia los fondos de la Conselleria de Deportes y menos aún que ningunee al soberbio Menorca Bàsquet, un milagro capaz de renacer de sus cenizas una y otra vez.

Como rezaba una carta al director de Es Diari, la próxima vez que nazca quiero ser mallorquín.

7-VI-12
Peculiar y magnífico el artículo publicado ayer conjuntamente en El País por un ex ministro del PP, Josep Piqué y un ex ministro socialista, Jordi Sevilla. Y es que ante una situación de emergencia nacional como la que vivimos necesitamos consensos como los de los Pactos de la Moncloa, si no un gobierno de concentración, que también lo piden algunos, sí un amplio pacto de Estado sobre cuestiones cruciales que tarde o temprano vamos a tener que afrontar como país. Acuerdos, acuerdos, acuerdos, que diría el brillante periodista de La Vanguardia Enric Juliana (imprescindible su libro "Modesta España". RBA editores). Y más Europa, mejor articulada, con primacía de la política sobre la economía. En fin, estaremos atentos bajo el ullastre. Bon estiu a tothom.