Reabro el dietario tras un pequeño receso por acontecimiento familiar (nada menos que una convención de primos políticos tras cincuenta años de lejanía) y, como en el ánfora de Pandora, los males se desparraman y me dejan perdido de desgracias: la desaparición de Luis Guasteví y su porte entre marcial y tierno, produce un nuevo desgarrón en nuestro paisaje urbano y sentimental, se nos va un gran tipo; por otra parte, campan por sus respetos las primas de riesgo fláccidas que no responden al afrodisíaco carisma de Rajoy, los súbditos se muestran perplejos e indignados ante las farras de su cinegético y atribulado monarca, mientras los argentinos hartos de psicoanalizarse se lanzan al filibusterismo financiero...
Habrá que ir por partes. Bien, un amigo me comenta, vía cibernética, que el rey tiene derecho a un revolcón africano, que la caza está regulada y que el viaje no costó nada a las arcas públicas. No estoy tan seguro: el rey es un ciudadano singular, no sujeto a responsabilidad penal por dictamen constitucional y, por tanto, se le puede y se le debe exigir un plus de ejemplaridad. No puede ir por el mundo pegando aristocráticos tiros de forma más o menos subrepticia, autofinanciados o no (¿a cambio de qué?) mientras, en plena recesión económica, balbucea mensajes navideños de hombros arrimados, austeridad y ejemplaridad.
Ocurre, parece ocurrir, que nuestro Borbón sea un monarca de la antigua escuela, criado para montar (en todas sus acepciones), cazar, y lucir una campechanía que a veces adquiere visos tabernarios cuando se dirige a otros jefes de Estado (aquel bochornoso "¿Por qué no te callas?" fue paradigmático). Y va a ocurrir, parece que ocurrirá, que la monarquía del siglo XXI será distinta o no será. Y cuanto antes se le dé paso, tanto mejor.
21-IV-12
Entre raquetazos y aquelarre libresco me da tiempo a repasar la prensa: ecos de la cacería regia (los hay que intentan cobrarse la pieza mayor monárquica) y no pocos de la piratería financiera del otro lado del Atlántico. Lo siento por mis amigos argentinos, pero el asunto Repsol no hay por donde cogerlo (tomarlo), y explica la deriva (catastrófica) del país andino. Sin seguridad jurídica ni instituciones fiables no hay progreso posible. No es con chutes de nacionalismo rancio como se agarra uno al futuro.
En Es Carrer Nou, bromeo con mis amigos lletraferits sobre el arte de la improvisación. Y es que el maestro Zapatero corre serio riesgo de perder su liderato en el ranking: Rajoy y sus muchachos aprietan fuerte. Y es que intervenidos desde mayo de 2010 por el Directorio Europeo, todo son aspavientos.
22-IV-12
Tras una noche de pesadilla en la que se me aparecen portugueses eufóricos blandiendo escudos monárquicos sobre fondo blanco, medito sobre la futilidad de los placeres terrenales. ¿Qué es el fútbol?, ¿quién soy yo?, ¿de dónde venimos? ¿adónde vamos? Recuerdo "Delitos y Faltas" una de las más emblemáticas películas de Woody Allen, cuando un precursor de esos managers de la resiliencia hoy triunfantes, predicaba la buena nueva del optimismo antropológico en la televisión. El personaje de Woody está encantado con él, hasta que un día el filósofo deja un mensaje inquietante: "He salido por la ventana"…
Algo así nos hizo anoche Pep Guardiola a los culés, al confeccionar una alineación que daba demasiada ventaja al rival. Nuestro gurú salió por la ventana y nos mandó al diván del psicoanalista. De nuevo. Aunque quedan un par de consuelos: el Barça sí sabe perder con elegancia, y la deportividad ¡por fin! fue exquisita (Alves aparte). Suele ocurrir en nuestro país: en fútbol, como en política, desaparece la crispación cuando ganan los buenos y las cosas vuelven al orden natural…
23-IV-12
¿Volverá TVE al orden natural del Urdaci style como exigen los sectores más asilvestrados de la derecha? Horror ante la posibilidad de un gato al agua bis en lugar del magnífico debate nocturno "La noche" del canal 24 h en el que templados periodistas de todos los colores (excepto los más chillones) dan una lección de reflexivo análisis…
24-IV-12
Ganar sin jactancia, perder sin excesiva melancolía… De nuevo apelo al filósofo para consolarme de la debacle futbolística.
25-IV-12
Los cornetas del apocalipsis de la prensa hispana alertan contra los terribles males que va a ocasionar una eventual victoria del socialista Hollande en Francia. Más bien parece todo lo contrario: una manera diferente de enfocar la crisis (con menos énfasis en la austeridad suicida) puede beneficiarnos. A veces no es tan malo subvertir el orden natural de las cosas.
26-IV-12
El dedo de los alemanes señala el camino y anoche se lo metieron en el ojo a Mourinho. No puedo decir que lo sienta.
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