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La memoria judicial de Balears del año pasado muestra un descenso del número de casos pendientes, más de 85.000, alrededor de un 6 por ciento. Es una buena noticia, que se explica por el "esfuerzo resolutorio" de los profesionales adscritos a cada una de las instancias judiciales de la Isla. En los juzgados de Primera Instancia de Menorca se dan dos situaciones distintas. En Maó, el número de causas pendientes a final de año se redujo un 5 por ciento en las civiles y un 10 por ciento en las penales. Los datos también confirman que sería necesario un juez más, el cuarto, en materia civil. En Ciutadella, por el contrario, hay un incremento de las causas pendientes de un 31 por cien en materia civil y de un 14 por ciento en penal. En Maó se está mejorando la infraestructura, con las nuevas dependencias judiciales, mientras que en Ciutadella la precariedad es crónica, con dificultades para promover el proyecto de edificación de unas nuevas instalaciones. El Ministerio de Justicia pretende conseguir una disminución de los litigios, mediante la aplicación de un coste económico en recursos a instancias superiores. Conseguir reducir el tiempo de tramitación y resolución de un expediente judicial sigue siendo un objetivo prioritario para un servicio público que en esta ocasión presenta, en conjunto, mejores datos.