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Cuchi ha decidido darle una oportunidad al mensaje del presidente autonómico y me llama nada más termina. "Para lo que le pagamos se podía haber estirado un poco, ¿no?", me comenta de primeras. "No Cuchi, la atención se dispersa cuando el discurso supera los diez minutos a no ser que seas absolutamente arrebatador", le contesto. A Cuchi le ha llamado la atención que se ponga el acento en los emprendedores. "Te lo digo porque hace poco mi amiga Pepi se planteó abrir un negocio y después de preguntar le quedó muy claro que la ley esa nueva de Bauzá de palabrería mucho pero de ayuda poco", me apunta sin descubrirme nada nuevo. La sorpresa llega cuando a mi primera objeción- "bueno ellos han repetido que ponen su confianza en la iniciativa privada"- Cuqui masculla: "No me enredes, éstos primero obligarán a un montón de empresas a cerrar a base de no pagar y con esa perra de ser los más rápidos en reducir el déficit y después dirán que con ellos se han creado otro montón de empresas gracias a la ley que impulsaron nada más empezar a gobernar. Y a lo primero, ya te digo yo que sí, pero lo segundo no me queda nada claro", me larga de tirón antes de interesarse por qué haré en Fin de Año y de despedirse insistiendo en que no me quede en casa. En casa no sé, pero meditabunda, seguro. ¿Contribuirá el Govern a crear riqueza después de haber arrasado la que luchaba por sobrevivir? La duda no supone un buen comienzo para el nuevo año...