TW
0

Izquierda Unida de Extremadura ha vuelto a salvar al presidente de esta comunidad, del PP, al apoyar en el último minuto los presupuestos para 2012. Lo que está ocurriendo en Mérida desde las elecciones de mayo, donde una formación política de izquierdas apoya a la derecha para que gobierne, da para un tratado de componendas políticas y viejos rencores.

Sin el apoyo de la dirección de Madrid, por libre y sin complejos, el coordinador general de IU en Extremadura se ha convertido en el mejor compañero de viaje del popular José Antonio Monago. Bien es verdad que cada acuerdo supone una "dura" negociación, por lo menos de cara a la galería, pero Pedro Escobar, al final, se convence con poco.

En el caso concreto de los presupuestos se ha conformado con la promesa de que el Ejecutivo va a consignar 140 millones más para gasto social pero, y aquí está el truco, solo si el Gobierno central les paga la "deuda histórica" y vendiendo patrimonio público.

Dice el refrán popular que más vale pájaro en mano que ciento volando. Pues aquí hay que constatar que el máximo responsable de IU en Extremadura, Pedro Escobar, lo que tiene es una bandada de pájaros volando. Porque la pretensión de cobrar la deuda histórica en semejante momento, en que Rajoy no hace más que amagar con unos recortes "duros" pero que no precisa, es casi un imposible.

Si finalmente, Rajoy, "empujado" por Europa y los mercados, se tiene que desdecir de su principal promesa electoral a los pensionistas, la reclamación extremeña de una deuda, y además "histórica", va a seguir durmiendo el sueño de los justos. Esto lo saben Monago y Escobar. El primero, porque no se ha pillado los dedos con una contraprestación en firme y el segundo porque ya se está excusando de un apoyo a cambio de nada.

Los votantes progresistas de Cáceres y Badajoz, que estaban cansados de dar su confianza a los socialistas, después de tantos años en el poder, y que convirtieron a Izquierda Unida en la fuerza decisiva para inclinar la balanza hacia una política conservadora u otra socialdemócrata, no deben dar crédito a lo que sucede en el parlamento de Mérida.

Escobar y los suyos pretenden apuntarse el tanto de que en su tierra no se están llevando a cabo los dramáticos recortes en derechos sociales de Cospedal en Castilla-La Mancha. Se olvidan de añadir que Monago no es Cospedal y que la situación de déficit tampoco es la misma.

A Monago, con o sin IU, no se le habría ocurrido retirar las subvenciones a las casas de acogida de mujeres maltratadas. Unos centros que han permitido, sin lugar a dudas, salvar el destino de muchas víctimas amenazadas de muerte por sus parejas. Con los casos flagrantes que están ocurriendo en las últimas fechas, y que demuestran que la violencia machista es un drama sin resolver, a Cospedal no le ha temblado el pulso a la hora de recortar, también, en una partida a la que debería ser especialmente sensible.

Sin llegar a tanto, IU va a tener dificultades para justificar los recortes que se van a producir en Extremadura merced a unos presupuestos que han salvado con sus únicos votos.