El engaño como método

La otra tarde me di un garbeo por el centro para ver el nuevo alumbrado festivo que ha instalado el Ayuntamiento con motivo de la celebración de la próxima Navidad. Mucha animación. La inversión, pese algunas polémicas, me parece acertada ya que ayudará no solo al comercio sino también a levantar los ánimos de la gente. Los gobernantes también deben de alentar los intangibles emocionales que puedan devolver la ilusión a los ciudadanos.

Regresaba a mi coche cuando en "es carrer des Rector Mort" se me acercó una mujer de mediana edad. Sonreía y me dijo que nos conocíamos desde hacía muchos años. Efectivamente, la había visto muchas veces en mi vida pero no recuerdo haber cruzado nunca una palabra con ella. De repente cambió su semblante. Se puso a llorar y a contarme sus cuitas. No tenía trabajo desde hacía mucho tiempo, tenía un hijo al cual no podía alimentar, etc. Me pidió ayuda. No pude evitar que surgiese mi lado caritativo (e ingenuo) y echando mano de mi monedero le di un billete y unas monedas de euro. Me dio las gracias, me deseó lo mejor, giró y se fue. Entré en mi coche y al volver a pasar por "es Pont de Sant Roc" miré intuitivamente al bar de la esquina. Allí estaba la llorona apoyada en el bar y tomándose una copa. Me sentí engañado aunque me reconforté ya que mi intención había sido buena.

Un engaño te recuerda otros. Hace un tiempo (perdón por auto citarme) escribí:" La política está llena de mentiras. De hecho muchos creen que la política no podría existir ("ser") sin la mentira. Mentiras intoxicadoras, difuminadas caricaturas de la realidad, camuflajes, etc. Son pantallas creadas ex profeso para eludir, amagar, confundir, diluir, engañar, etc. algo o a alguien defendiendo unos intereses particulares y partidistas. Eso es el común denominador del día a día político".

En la pasada campaña electoral una de las promesas del PP balear fue asegurar que los padres podrían elegir la lengua en que querían que se educase a sus hijos. Esa fue una de las principales banderas de enganche de los "peperos". Y no era la primera vez que la utilizaban. Bueno, pues ahora parece ser que, una vez ganadas las elecciones y también esta vez, donde dije digo, digo Diego. El PP volverá a incumplir. Este incumplimiento, esta mentira descarada, se ha sabido al tiempo que el tribunal Supremo de Justicia de Baleares acaba de dictar sentencia que declara ilegal la inmersión lingüística catalanista por ser contraria al espíritu del estatuto balear.

Otro engaño masivo conocido estos días, aunque ya intuido/sabido desde hace años, ha sido el descubrimiento/confirmación de las mentiras constantes del gobierno del PSOE en sus relaciones, conversaciones, negociaciones, noviazgo, entente, contactos, etc. con los asesinos de ETA. Después de haberlo negado por activa y pasiva, estos días pasados un diario nacional ha publicado todas las evidencias de que sí han existido. Y al final todo encaja. En un demoledor artículo Rosa Díez afirma que Zapatero ha traicionado a España para conseguir una paz puramente teórica a cambio de concesiones inadmisibles. Todo estaba pactado: la legalización de Bildu, el indulto individual a los etarras, la cesión del poder en cientos de ayuntamientos, la financiación, la anexión de Navarra y finalmente vendrá el órdago de la secesión.

El engaño es vil. La mentira política desprestigia a los políticos y los aleja del pueblo. Quienes la practican para cobrarse réditos momentáneos deben de ser denunciados constantemente para alejarlos de la vida pública. Traicionan al pueblo.

Nota1: Informaciones palmesanas me aseguran que el consejero del gobierno balear Andreu Bosch no acabará la legislatura. Me dicen que todo es una estrategia del PP para no provocarse ahora más problemas pero que la promesa de libre elección de lengua será cumplida casi al final de esta misma legislatura…. con otro consejero. Pues lo lamento, ¡qué difícil es creer al PP balear!

Nota 2: Esperemos que la anunciada nueva Ley General Turística detenga el deterioro a que han sometido al campo menorquín y sus edificaciones los falsos progresistas.