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Parece ser que en estos próximos días el PSM (el partido del nacional-socialismo catalanista en Menorca) va a cambiar a su dirección. Estos días varios de sus conocidos satélites ideológicos (el GOB, Asociaciones de Vecinos, etc.) han participado en un intento general por recuperar protagonismo en la Isla y, especialmente, para disimular los muy malos resultados electorales que ha cosechado el partido en las pasadas elecciones tanto locales como generales. Aunque especialmente divertidas han sido las declaraciones de una tal señora Marta Fuxà, responsable de la pomposamente autodenominada "Acció Cultural" (suponemos que catalana) donde defendía impunemente el totalitarismo "para garantizar la convivencia, la cohesión social y la identidad del pueblo menorquín". Tres falacias grandilocuentes, tres mentiras que otro día comentaremos.

Efectivamente, el PSM ha perdido fuelle en la Isla después de muchos años de ser decisivos en la gobernabilidad de la misma. De hecho Menorca se ha construido durante estos pasados diez años bajo la vigilancia de estos nacionalistas cuyos parámetros ideológicos han marcado el devenir de la Isla. Y ¿cuál ha sido el resultado? Sin duda la decadencia..

En "Conversación en la Catedral" Mario Vargas Llosa se preguntaba, ¿cuándo, en qué momento se jodió Perú? Dentro del contexto de la dictadura del general Odría, el escritor peruano (más tarde también nacionalizado español) denunciaba a "la masa adormecida (al pueblo) que aceptaba como normales actitudes rechazables" (abominables, en sus propias palabras) en sus dirigentes. Muchos menorquines creen que el paso del PSM por el poder insular ha sido letal para la Isla. El resultado está a la vista. La responsabilidad está evidentemente en quienes les dieron soporte electoral (esa masa adormecida por los mejunjes de la utopía y del radicalismo ideológico). Menorca he devenido en la isla más pobre de todas las Baleares independientemente de la crisis que todos padecemos. La gestión de los nacional-socialistas ha sido tan terrible que ha producido la efectiva paralización de la economía de la Isla por lo que es fácil en nuestra Roqueta responder a la pregunta que se hacía Vargas Llosa con referencia a Perú.

El alter ego conservador del PSM (¿no es un intento por conservar, proteger, magnificar solo lo propio, lo muy cercano, frente al mundo exterior?) ha impedido cualquier intento por modernizar la Isla. Lo hemos visto con su oposición a adecuar el campo menorquín a la realidad posibilista actual, por su oposición al comercio moderno, por su rechazo a las infraestructuras modernas, por su obsesión por controlar la cultura de la Isla (¿para cuándo un cambio en el IME con el PP?), etc. Pero si la utopía por magnificar el aldeanismo de lo antiguo que choca contra la realidad actual es puro voluntarismo fracasado, pretender confundir a los menorquines adaptando y alardeando del lema "més per Menorca" es un puro ejercicio de sarcasmo.

Para adecuarse a la realidad que ellos mismos han ayudado a construir deberían cambiar ese ambicioso, pero falso lema, por uno más realista y comprobable. "El PSM , manco per Menorca" o incluso "El PSM, més per (sa ruina) de Menorca" serían más veraces y ambos acertarían plenamente. Se adecuarían a lo que han demostrado conseguir durante su "acción de gobierno". Su obsesión por dificultar las inversiones ha quedado estos días en evidencia. En Mahón pronto se inaugurará un nuevo supermercado de capital local que dará trabajo a casi cien personas. El PSM habría impedido la creación de estos puestos de trabajo. Este ejemplo podría (podrá) sin duda multiplicarse en los próximos meses.
Los desesperados intentos por chupar cámara y salir en los medios (bajo cualquier excusa por mínima que sea) de los dos únicos representantes del actual PSM menorquín en las instituciones de Baleares no esconde su permanente responsabilidad en el pasado inmediato de la Isla. Predicar ahora con ahínco lo que no fueron capaces de conseguir en tantos años de gobierno es otro sarcasmo que hace sonreír al pueblo isleño. Muchos se alegrarían de que este "PSM, manco per Menorca", desnortado y sin encontrar el camino de la modernidad, rectificase sus postulados radicales y se convirtiera en un partido que ayudase a la mejora de la vida de los menorquines sin prejuicios ideológicos ni culturales que los alejen de nuestras costumbres y usos ancestrales. Amar a Menorca no significa empobrecerla.