Si hay una imagen con la que ilustrar lo que está pasado ahora en el País Vasco y en toda España, no es, ni mucho menos, la de los tres etarras enmascarados luciendo sus terroríficos uniformes, envueltos en su odiosa parafernalia y alzando sus puños de asesinos.
La imagen sería sin duda la de Antonio Basagoiti sentado tranquilamente en el portal de una casa en el mismísimo centro de Bilbao, fumándose un purito, sólo, sin escoltas. Su actitud y su talante representan fielmente la de tantos miles de hombres y mujeres que, durante gran parte de sus vidas, se han visto obligados a caminar protegidos por escoltas y aún así temiendo que cada mañana fuera la última de su vida.
Basagoiti, sentado con su sonrisa tranquila, es la viva representación de esa normalidad democrática por la que tantos españoles han sido asesinados y a los que ahora, más que nunca hay que reivindicar. ETA se ha rendido, sí, pero detrás quedan cuarenta años de infamia, de tiros en la nuca, de atentados indiscriminados, queda la memoria de sus víctimas.
Sin lugar a dudas los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado han sido los responsables directos de la derrota de una banda terrorista, no olvidemos nunca este término ni nos confundan con un pretendido "conflicto", pero también lo ha sido el rechazo del pueblo vasco harto de salvapatrias asesinos. A esa conciencia social han contribuido el lehendakari Patxi López y Antonio Basagoiti. Dos hombres serenos y demócratas hasta los tuétanos.
El devenir del País Vasco sin ETA va a requerir mucha habilidad política y no pocas dificultades. El camino será largo y complicado. Pero, solamente por lo logrado esta semana merecen un reconocimiento de la ciudadanía estos dos políticos vascos, tanto Basagoiti como López. Porque en una legislatura convulsa, donde la lucha antiterrorista se ha utilizado por el PP para hacer oposición, ambos dos han sabido mantener a salvo su pacto de gobierno por el bien de Euskadi.
También hay que reconocer que Mariano Rajoy ha refrendado siempre las manifestaciones de Basagoiti sobre la banda terrorista. Le ha faltado desautorizar a Mayor Oreja y los suyos, que solo han aportado crispación e insidias.
Como la historia la van a escribir los demócratas, contando con las víctimas, en ella no estarán los falsos gudaris encapuchados, si no los héroes cotidianos, de andar por casa, coherentes, que lucharon por la libertad desde el estado de Derecho y respetando el libre albedrío de los demás para decidir su futuro. En esa historia van a ser principales protagonistas, seguro, Patxi y Antonio.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.