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El sentimiento de desánimo con el que concluyó ayer la Feria EuroBijoux Collection se fundamenta en la preocupación por la coyuntura de crisis, que provoca una incertidumbre entre los fabricantes y genera la desconfianza de los compradores. En un contexto de apatía en el mercado nacional, el sector mira al exterior como una solución de futuro. Sin embargo, esta vía peligra por los posibles recortes en las subvenciones que concede el Govern para la asistencia a ferias. La respuesta de SEBIME ha sido clara, sin este tipo de ayudas la supervivencia de la industria está en peligro. A nadie se le escapa que las arcas de la Comunidad Autónoma están maltrechas y que no dan para mucho, además de acumular una importante deuda. En este sentido, la necesidad de marcar una férrea línea de austeridad no se discute. Pero el Ejecutivo de José Ramón Bauzá debe fijar unas prioridades de apoyo en función del retorno económico que pueda precisamente contribuir a la superación de la actual situación con la generación de negocio y empleo, sin olvidar tampoco las políticas sociales que impidan que el Estado del Bienestar siga retrocediendo. El reto está en establecer unos mínimos presupuestarios para que el panorama no empeore aún más.