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Leyendo un artículo de provincias esta mañana de sábado me ha entrado cierto nerviosismo al leer textualmente: "El profesorado pide apoyo para acabar con el acoso que está sufriendo". Según el citado artículo, el teléfono del defensor del Profesor echó chispas en la citada provincia en cuestión en el último año. Se recibieron más de cien llamadas de las que 39 eran muy graves.

¿Será cierto que los docentes sufren con frecuencia situaciones de acoso e incluso de agresiones psíquicas?; ¿cómo se ha llegado a esta situación? Incluso que se vean incapaces de dar las clases, por la problemática que presentan algunos alumnos. Me sigo preguntando, ¿estamos ante una pérdida de autoridad del docente? Si fuese así las autoridades deberían tomar cartas en el asunto y sensibilizar a los padres sobre que los alumnos deben respeto y consideración hacia el profesor, porque convendrán ustedes conmigo que así no podemos exigir a nuestros profesores una enseñanza de calidad, si están sometidos a presión y a cierta burlonería juvenil.

Tampoco quiero regresar a aquellos tiempos en que el señor maestro era el señor maestro, los de cierta edad saben lo que quiero decir en todo su amplio contenido, pero de aquella autoridad tan criticada actualmente, a la autoridad de ahora va un abismo. Hay que llegar a la comprensión del profesor hacia sus alumnos y éstos deben comprender que deben el respeto y consideración hacia su profesor.

En el supuesto de que solo sea una minoría se debería habilitar algún otro medio de enseñanza-taller para ese tipo de alumnos.

Por último, dirigir a los padres esta pregunta ¿para qué futuro educamos a nuestros hijos?, y al mismo tiempo preguntarnos también no tanto lo que deseamos hacer con los educandos, si lo están haciendo bien o mal, sino que debemos hacer con nosotros, entre nosotros, con los padres…¿qué tenemos que aprender?. Aprender a convivir…aprender a ser...
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Luissanz66@hotmail.com