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Ahora que la preocupación por el alarmante número de obesos en España es un debate continuo, salta a la luz la noticia de que una de las grandes cadenas de hamburgueserías se une a la cruzada contra la obesidad infantil en Estados Unidos con una reducción del veinte por ciento de las calorías de sus menús infantiles. La medida, que evidentemente no es la panacea, se pondrá en marcha en 2015 y consistirá en rebajar los gramos de carne, la cantidad de patatas fritas, y que los batidos de chocolate se elaboren con leche desnatada, consiguiendo que en total no se sobrepasen las 600 calorías. Hay quien ya ha aplaudido la iniciativa pero ¿cuándo se dará cuenta el consumidor, en este caso el adulto, de que no es cuántas calorías se consumen si no el tipo de alimento que se ingiere? Los padres de hoy en día deberían darse cuenta de que lo que falla no es lo que se come ocasionalmente fuera de casa si no los hábitos que se tienen en general. Falta de ejercicio y actividades, el recurrir a una alimentación rápida y congelada, o el no inculcar a los niños pautas de vida saludable. Qué razón tiene el dicho "en la moderación está la virtud". Sus hijos se lo agradecerán algún día.