La fórmula de la felicidad

Factores reductores
del Bienestar – R –
Ausencia de desaprendizaje. Desaprender la mayor parte de las cosas que nos han enseñado es mucho más importante que aprender. El pesado fardo del pensamiento y de las convicciones que no han sido sometidas al análisis de la experimentación y la prueba es inversamente proporcional a los índices de felicidad.

Recurso a la memoria grupal. Deben filtrarse escrupulosamente todas las instrucciones inspiradas en la memoria grupal.

Interferencia en los procesos automatizados. No hace falta coordinar lo que ya se coordina por sí solo. La historia de la civilización es la historia de la automatización progresiva de procesos.

Predominio del miedo. De la misma manera que la belleza es la ausencia de dolor, la felicidad es, primordialmente, la ausencia de miedo. Canalizar esa emoción en el perfeccionamiento de las competencias propias y en profundizar en las relaciones interpersonales para garantizar la supervivencia.

Los cuatro factores reductores citados anteceden a todo planteamiento sobre los índices de la felicidad. Lamentablemente, el sentimiento de insatisfacción generado por muchas recetas pormenorizadas de autoayuda arranca de su formulación al margen de esos factores reductores.

Carga heredada en la búsqueda de la felicidad – C –
Mutaciones lesivas. Todos somos mutantes, aunque algunos más que otros. Cada embrión genera entre tres y cuatro mutaciones exclusivas que van en detrimento de su salud. Es una carga heredada cuya compensación, en el mejor de los casos, distrae recursos de otras funciones necesarias.

Desgaste y envejecimiento. El desgaste de los materiales es inevitable. A la hora de compensar este desgaste nos encontramos con que es distinta para cada organismo, cosa que exige una diferenciación individual en las capacidades regenerativas. Una variedad no programada del desgaste de materiales es el envejecimiento. El envejecimiento depende de la habilidad en evitar las miles de agresiones que soportan las células diariamente y en reforzar sus mecanismos de regeneración.

Ejercicio abyecto del poder político. Es, a todos los efectos, una carga heredada, puesto que se trata de un hecho cultural y los ritmos de los cambios culturales son extremadamente lentos. Como han puesto de manifiesto las encuestas más recientes sobre los índices de felicidad, la persistencia de sistemas no democráticos y la presencia de gobiernos corruptos incide muy significativamente sobre los índices de felicidad.
Estrés imaginado. La diferencia entre los humanos y el resto de los animales es que a los primeros les basta imaginar una situación de estrés para desencadenar sus emociones básicas y su secuela de flujos hormonales. Los homínidos no necesitan enfrentarse con un peligro real para aumentar sus niveles de ansiedad.

Factores significativos en los índices de felicidad
Emoción al comienzo y al final del proyecto – E – La emoción multiplicará a los demás factores en la fórmula; si es cero, nada de todo lo restante tendrá valor. ¿Me emociona este proyecto o esta relación? No tiene por qué emocionarme necesariamente, pero los últimos datos científicos indican que una respuesta negativa presupone que, por muy conveniente o sensato que sea el proyecto, difícilmente tendrá un impacto significativo en los índices de felicidad.

Mantenimiento y atención al detalle – M – Es necesario dedicar más recursos al mantenimiento y menos a la inversión. Su aplicación a la vida cotidiana requiere un cambio de estrategia psicológica que consiste en incorporar el gusto por el detalle, renunciando en parte a la querencia humana por la idea o el conjunto de la obra.
Disfrute de la búsqueda y la expectativa – B – Solo vemos e imaginamos lo que estamos acostumbrados a ver. En la búsqueda y la expectativa radica la felicidad. En la vida cotidiana esto supone cambiar el ensimismamiento por el espíritu multidisciplinar y la capacidad metafórica. El placer, el bienestar y la felicidad residen en el proceso de búsqueda y no tanto en la consecución del bien deseado. La felicidad está escondida en la sala de espera de la felicidad

Relaciones personales – P – En la creciente literatura en torno al tema, existe un consenso generalizado sobre el impacto modesto en los niveles de felicidad de los factores externos – trabajo, salud, sexo, droga, lujo, dinero -, con una excepción marcada, la de las relaciones interpersonales. La incidencia de las relaciones interpersonales en los niveles de felicidad cobra hoy en día un relieve especial a raíz de la interconectividad planetaria impuesta por las tecnologías de la información y las comunicaciones

La fórmula de la felicidad

P.D. En propers escrits, faré recull de les reflexions que diferents autors han fet sobre la felicitat des de perspectives ben diverses. Avui ho faig en relació a un llibre d'Eduard Punset, un divulgador científic de primer ordre en el nostre món especialment prolífic, conductor de programes de televisió – redes a TV-2 – autor de molts llibres, entrevistes, articles, revistes, bé, inabastable, realment. Ell ens dóna una visió des dels darrers descobriments de les ciències, sobretot, la neuropsicologia
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