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Informábamos en estas páginas a finales del verano pasado del avance en la catalogación de la biblioteca del Hospital de la Isla del Rey, en la que se había llegado a los 1.000 primeros títulos. Y si a finales del pasado mes de junio tuvieron lugar los actos conmemorativos del III Centenario de la construcción del primer hospital naval, de los que nuestros lectores encontraron cumplida información en estas páginas, también el equipo de trabajo de la biblioteca aportó su grano de arena a estos eventos alcanzando los 2.000 títulos, cifra que empieza a impresionar por su volumen y, como veremos, también por la diversidad que cubre en todos los aspectos.

Al reconocer este considerable avance en la catalogación es de justicia citar a quienes con su perseverancia y entusiasmo han dedicado horas de domingo a remover libros, palpando encuadernaciones venerables, hojeando índices, detectando anotaciones al margen de algún lector tal vez más dialéctico, o bien ex-libris o dedicatorias, y en fin, se han sumergido en los placeres del bibliófilo. Y puestos a citar, el primer lugar lo ocupa sin duda alguna Antonio Cendán, quien ya a principios de 2009 tuvo la magnífica iniciativa de iniciar estos trabajos, una vez se produjeron las primeras donaciones.Desde entonces, han sido varios los amigos del Hospital que han colaborado, pero en constancia y entrega (teniendo en cuenta que en invierno la biblioteca no es una gran maravilla en confort climático...). Hay que destacar a Jaume Roca, quien se encargó también de trabajos mucho más físicos como fueron el suministro y el montaje de estanterías el verano del año pasado (lo que significó preocuparse del acarreo, cortado, ajuste y sujeción de un centenar de metros de estantería). También Oscar Sbert y Antonio Casasnovas han participado con entusiasmo en esta etapa, así que vaya para ellos todo el reconocimiento sincero de todos los "Amics". No olvidamos la aportación de la señora Marga Moragas, de la Biblioteca Pública de Mahón, quien muy amablemente aportó su experiencia y sugerencias para que la catalogación, aún hecha por amateurs, tuviese rigor y siguiese criterios habituales en las bibliotecas, las que se han seguido en todo lo que ha sido posible.Porque el hecho de que todos los fondos de la biblioteca procedan de donaciones desinteresadas le da a la catalogación un aire de intriga y curiosidad que no creemos que se dé en ninguna otra biblioteca. Detectar las preferencias concretas de cada donante da pie a veces a sorpresas muy interesantes, diríamos que hasta emotivas, que en todo caso le aportan a la biblioteca, una gran autenticidad por ser el reflejo de tantas personalidades distintas.

Desde la última vez, resalta la incorporación de un considerable lote de obras de temática religiosa, católica para ser más precisos, en número de 144 títulos, con lo que, como es comprensible, ha aparecido una nueva lengua en el acervo de la biblioteca, el latín. Una soberbia "Summa Theologica" de Santo Tomás de Aquino, y un "Codex Iuris Canonici" del Papa Benedicto XV, podrían ser los dos ejemplos a destacar entre los 20 títulos en latín, sin olvidar algunos textos clásicos de Cicerón y Julio César, entre otros. En este capítulo destaquemos también "La ciudad de Dios" de San Agustín.

Porque efectivamente, a pesar del aumento en el número de obras manejadas, la lengua inglesa sigue manteniendo un honrosísimo segundo puesto, después del castellano, con 833 títulos, lo que equivale a un 41 % del total. El catalán ha empezado a despuntar desde entonces, alcanzando los 109 títulos (entre ellos una obra de temática médica del actual alcalde de Barcelona Xavier Trías y Vidal de Llobatera) y siguiéndole a mucha distancia el francés y el italiano, con 36 y 26 títulos respectivamente.

Del fondo en inglés ya destacamos en el anterior artículo a autores importantísimos como Shakespeare y Milton, citemos ahora al presidente de los Estados Unidos Lyndon B. Johnson, al economista Galbraith, al gran Churchill, y unos interesantes cuadernos de bitácora de Colón y Magallanes. Un dato interesante ha sido la confirmación de la estancia de Lord Nelson en Mahón, hecho que está recogido en la obra de Carola Oman "Lord Nelson", donde concreta que en octubre de 1799 el almirante permaneció en nuestro puerto durante quince días, mientras debatía si sería más conveniente proteger Menorca o Nápoles, ante el fragor de las campañas napoleónicas.

Otras temáticas que han tenido notables incrementos en número de títulos han sido las de historia y narrativa, con 303 y 144 títulos más respectivamente, siguiendo las obras de tema geográfico, con 58 títulos más, y las vidas de personajes, con 77 obras más (Cromwell, Onassis, María Antonieta, Cousteau, Eleonor de Aquitania, Stalin). Torcuato Tasso se ha incorporado con su "Jerusalén liberada" tanto en italiano como en español, obra que muchos de nosotros recordamos del bachillerato, así como Pau Faner, Cortázar, Muntaner, Joanot Martorell y su "Tirant lo Blanc", Camilleri, Rizal el héroe de la independencia de Filipinas, Jerome K. Jerome, Bram Stoker, Agatha Christie y tantísimos más.

Nos emplazamos pues para alcanzar el hito de las 3.000 obras, y al mismo tiempo ordenar físicamente de manera racional y accesible todas las obras, de tal manera que sean fácilmente localizables. Así podremos satisfacer mejor la curiosidad de tantos visitantes, que con su interés confirman que la biblioteca responde a la necesidad de custodia de tantas obras y puede permitir una actividad cultural que paulatinamente iremos configurando.