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Me han dicho que mañana es una jornada de reflexión.
Pues yo reflexiono todos los días.

No. Se trata de saber lo que quieres votar sin que te sigan atosigando con la propaganda.
Ah, bueno. Está bien esto de reflexionar antes de actuar. Si lo hiciésemos más a menudo, las cosas nos irían mejor.

El gobierno democrático de las ciudades fue una gran conquista histórica ¿No te parece?
Por supuesto. Así, la mayoría de los votantes tiene la llave del programa político para los próximos cuatro años.

La calidad de nuestro entorno vital más cercano… vale la pena trabajar por ello… todos los ciudadanos sin excepción y cada uno a su manera…

¡Viva la democracia!

Este diálogo imaginario podría haberse escuchado en algún lugar de la Mancha… o de Cataluña, o de las Illes Balears…

Aunque seamos distintos en muchas cosas (bendita diversidad), somos iguales ante la ley y vale exactamente lo mismo nuestro voto. En esta puesta en práctica de la libertad, cada voto (o no voto) puede ser decisivo. Son las "faves comptades" o escrutinio.

Respetemos la decisión de las urnas y reivindiquemos la política como una actividad honorable, que se preocupa por el bien común (que para el bien particular ya funciona la iniciativa privada). En democracia, aunque la óptica sea parcial (partido), el objetivo debe ser global (pueblo). Y todas las aportaciones son necesarias, si son sinceras e inclusivas.

Evitar el sectarismo, la corrupción, la demagogia, la prepotencia, la burocracia y la intolerancia –dice uno.

Actuar con honradez, transparencia, participación y respeto –dice otro.
Vamos a dar un voto (de confianza), esperando que los que reciban mayor número de papeletas, nos ayuden con su trabajo y el control de la oposición, a salir adelante. Superando las múltiples dificultades que iremos encontrando por el camino; aprovechando todas las oportunidades que se nos presenten.

Recordemos que en la mayor parte del mundo, la posibilidad de elegir no existe. Debemos seguir luchando para que ese derecho fundamental, lo sea algún día para todos. Valorando lo que, con el sacrificio de los que nos precedieron, podemos disfrutar nosotros ahora.

La votación es el día festivo de la democracia. Felicitémonos el domingo. Pero no olvidemos que el lunes, empiezan cuatro años de días laborables.