Alejandro Vega20/04/11 0:00
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Este es el nombre escogido por los componentes de la primera agrupación musical que este año abre la 13ª edición del Festival Internacional Menorca Jazz, cinco componentes de distintos orígenes tanto musicales como de procedencia. Los tenemos Catalanes y Franceses, de la clásica o el jazz, y los avatares de la vida hicieron que Ramon Fossati (trombón y caracolas), Laurent Bronner (piano) y Olivier Brandily (saxo, clarinete y flauta) coincidieran en París en el primer lustro del 2000 , arrancando una amistad que musicalmente se convirtió en complicidad, como ellos reconocen: uno trajo el swing, otro la armonía y el tercero a Coltrane.

Llevan publicados dos trabajos Five in orbit (2005) y Freaks (2010) lo que supone una relación duradera y que da sus mejores frutos en las reuniones en directo, como podremos comprobar el próximo sábado día 23 a las 22.00 h. en el Casino Nou de Ciutadella, donde seguro que dan rienda suelta a su música, que de nuevo en su voz, definen como una inspiración que une a Ellington, Mingus y Roland Kirk con John Cage o´ Sun Ra; otro menciona a Debussy y el tercero a PJ Harvey o´ Dollar Brand. Con lo que nos quedamos en una música abierta en composiciones, texturas y sonoridades.

Se puede asegurar que es una valiente y magnífica propuesta para un festival que quiere perpetuarse y distinguirse con una programación, que otros no considerarían, por puramente arriesgada. ¿Pero es así, si se confía en un Fossati que en el 89 ya creó la Paris-Barcelona Swing Connection? Creo que no, es una apuesta segura por unos mochileros del Jazz, de largo recorrido y demostrada solvencia.

El repertorio que nos ofrecen en su último trabajo está compuesto en su práctica totalidad por temas propios, aunque al escucharlos podemos creer estar oyendo un estándar de toda la vida; eso sí, las caracolas y el clarinete le dan una magia muy especial. Cierran el quinteto Nicolás Rageau al bajo y Luc Isenmann batería, con lo que ya tenemos a los Five in orbit.

En unos momentos como los presentes, en los que desaparecen festivales, revistas, tiendas de discos, etc.. es doblemente oportuno agradecer a Jazz Obert y todos aquellos que hacen posible la presente edición del Menorca Jazz su apuesta por desarrollar actividades culturales que nos enriquecen a todos.