El Ayuntamiento de Es Mercadal aprobó el lunes la creación de un ente sin nombre ni composición ni funciones definidas para, en suma, acercar la administración municipal a Fornells. El pleno tomó así un acuerdo para recordarse a sí mismo sus deberes esenciales, lo que implícitamente es un reconocimiento de carencias de la gestión en ese núcleo urbano, y adoptaba un compromiso de más atención y proximidad en el futuro, aunque el plazo de entrada en funcionamiento también es indeterminado.
Resulta obvio concluir que la finalidad de esta iniciativa, surgida a raíz de la propuesta de creación de una Junta de Distrito, era cerrar la herida que ha dejado la frustrada apuesta de emancipación. Fracasada ésta en los dos planos, político y judicial, cualquier figura que intente suplirla corre el riesgo de parecer insatisfactoria y pierde interés entre el vecindario. La ambigüedad con la que el ayuntamiento intenta reanimar las relaciones y el momento, a punto de expirar el mandato de la Corporación, tampoco son factores que ayuden de manera eficaz al objetivo. La decisión del pleno explica así un ánimo comprensible por dejar al nuevo ayuntamiento plena libertad para organizar esa nueva relación.
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