La dirección del partido socialista debería de hacer un ejercicio, podría yo decir, de geometría electoral. Extrapolando la cuestión, ya saben que ésta es la ciencia o la parte "de las matemáticas que trata del espacio y las figuras o cuerpos que se pueden formar en el de sus propiedades, relaciones y medidas", y por ese camino analizar qué le conviene al socialismo del futuro, si perder de momento sólo las próximas elecciones legislativas o permanecer algunos lustros en ese penoso transitar errático por el desierto de la oposición.
El gobierno Zapatero, presionado más por los intereses lejanos que los cercanos, (léase los de Europa y EEUU), está tomando penosas decisiones que parecen estar especialmente diseñadas para que, como es habitual, la crisis la paguen quienes menos culpa tienen, los trabajadores asalariados más humildes, con subida de impuestos, congelación, cuando no bajada, de salarios, aumento en la edad de jubilación (tema aún no de ley), retirada de los 426 euros a los parados. Toda una cadena de recortes sociales. Extrapolando la cuestión, podríamos decir que, a la vez que se están suicidando políticamente hablando, le están asfaltando el camino a la Moncloa al señor Rajoy, cuando el caso es que de estar gobernando un gobierno del PP, harían posiblemente lo mismo, pero aquí, en lo político, déjenme decirles que viene a ser como en el código penal, donde no está contemplado que se castigue a quien pudo cometer un delito, si no a quien lo cometió. Por esa misma razón nadie culpará de los males que nos afligen al PP, si no al PSOE. Por esa razón, y desde esa geometría electoral, el PSOE, a sabiendas que lo más lógico es que pierda las próximas elecciones generales, le conviene, yo diría que le urge, convocarlas ya mismo, perdidas por perdidas, más vale perderlas ahora que en el 2012, de manera que a Rajoy y a su gobierno les toque terminar de tomar las duras decisiones que se le avecinan al Gobierno que esté al frente de España. De esta manera, toda la carga culpativa que el electorado pueda sentir sobre los males que los españoles ya tienen y que tendrán posiblemente aumentados, sin duda, en los próximos meses, no serían sólo por culpa de Zapatero y su gobierno. Claro que, para tomar una decisión de esta naturaleza, lo primero que los socialistas deberían hacer es analizar si tienen alguna posibilidad de volver a ganar las elecciones en 2012. Es más que evidente que para que tal cosa suceda, en año y medio debería de cambiar para mejor muchísimo la actual situación. ¿Va a pasar eso? Yo creo que no. Sin ser pesimista pero tampoco un optimista compulsivo, tengo la percepción de que una crisis del calado de la que nos aflige, se puede comparar a un terremoto o a un tsunami, que después de años de esas catástrofes, cuando ya apenas tenemos en las retinas las imágenes del desastre, sus efectos perniciosos, permanecen. Y aquí, en esta España nuestra, los efectos, las gravísimas consecuencias en amplios sectores de la sociedad permanecerán durante años, después que haya pasado sobre nosotros la durísima depresión económica que ahora nos zarandea como si fuéramos una débil embarcación en medio de una galerna.
El PSOE debe meditar si es bueno para ellos bregar con todas las duras consecuencias de situar a España en su dura realidad o por el contrario debe dejar que también el PP tome decisiones impopulares, entendiendo que además todo lo que funcione mal que no es ni va a ser poco, el PP lo achacará a las dos legislaturas últimas en que ha gobernado el PSOE. Por esa misma sinrazón que ahora los socialistas achacan a los gobiernos de Aznar, aquello que como los dichosos controladores aéreos, nos saca de quicio. Y a propósito de este asunto, déjenme hacer una acotación, un inciso: siempre se ha dicho que son "más los amenazados que los ajusticiados". De todos los controladores que, según se ha publicado, por su conducta del puente de la Constitución les podían caer penas de 3 a 8 años de cárcel, ya verán ustedes como pocos o ninguno va a pasar por semejante trance. De los 10.000 euros que piden las defensas de los perjudicados como indemnización para cada uno de los pasajeros que se vieron atrapados en los aeropuertos, dudo que vean ni la mitad de esa cantidad. Pero si fuera así, ¿van a pagar la cuantiosa sanción económica los controladores de su propio patrimonio como sería lo lógico o pagará el gobierno, o sea, nosotros? Me temo esto último.
Volviendo por el camino que traía, ustedes y un servidor vemos cada día como Rajoy, Cospedal, Pons, Santamaría y los medios afines, piden elecciones anticipadas. ¿Las piden por el bien de la ciudadanía o las piden porque saben que en estos momentos las pueden ganar? ¿Qué puede pasar en año y medio que modifique los intereses para Rajoy o para Zapatero? Creo que nada que no sea mantener o empeorar aún más la situación actual. Por de pronto, para empezar el 2011, al gobierno Zapatero le tocará modificar la edad de jubilación. Fíjense qué dilema, pretender que un trabajador esté en el tajo hasta los 67 años, cuando ahora, a un parado que tiene 55 años, incluso menos, no lo coge nadie para trabajar, precisamente porque se considera que es demasiado mayor. Si el parado va y dice que tiene 60 años, ya ni les cuento. Pero si se le ocurriera decir que tiene 65 y que pide trabajo para dos años más para así poderse jubilar, las carcajadas seguramente llegarían hasta la Moncloa.
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