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La celebración en Menorca de la reunión de la Comisión Nacional de la Energía ha sido interesante porque se han tratado temas locales y se ha conseguido una declaración de intenciones, que pretende avanzar la llegada del gas natural. Esta Comisión es un organismo técnico asesor del Ministerio y por tanto habrá que ver la repuesta de los responsables políticos. La recomendación se basa en que Menorca es Reserva de la Biosfera, una declaración que se contradice con la elevada emisión de CO2. Pero más allá de este aspecto, sin duda importante, está la calidad del suministro energético, las garantías de fiabilidad, y la imprescindible mejora en la reducción de costes. No sólo están en juego valores medioambientales, sino también elementos fundamentales para la competitividad de nuestra economía. Menorca, por su localización geográfica, padece a veces el síndrome la de periferia. La extensión de las tuberías de gas natural, desde Dénia a Eivissa, después a Mallorca, siguiendo con la prolongación terrestre hasta Alcúdia, para por fin llegar a Menorca. Cambiar la prioridad de la C a la A debía haberse considerado mucho antes de la reunión de la Comisión en Menorca. De todas formas, bienvenida sea la promesa, a la espera del compromiso firme.