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El conseller de Educación y Cultura del Govern, Bartomeu Llinás, sorprendió ayer en el Parlament al desmentir el contenido de las informaciones publicadas por este diario sobre el deterioro de piezas del Museu de Menorca. Exhibió unos documentos que, según dijo, están firmados por el personal del Museu, relativos al estado de las colecciones. Esta respuesta a una pregunta del diputado popular Simón Gornés es una forma de escurrir la responsabilidad. El informe sobre el deterioro de las piezas al que hizo referencia este diario el 26 de agosto pasado estaba bien fundamentado, y por tanto la información, contrastada. Cuestionar ahora, tres meses después, el contenido de esta denuncia demuestra que el Govern no está por la labor de resolver los problemas que padece el principal museo de la Isla. Acuerda la cesión de la gestión al Consell, sin embargo evita comprometerse en la forma de transferirla. Es verdad que la titularidad es el Ministerio de Cultura. El dinero que éste destina a Balears entre 2007 y 2011, 20 millones de euros, se invertirá en instalaciones de Mallorca y Eivissa. Llinás dice que el Museu de Menorca es el que está en mejores condiciones. Pero sigue sin dar soluciones.