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Europa estaba en ruinas después de la II Guerra Mundial. Las bombas habían devastado ciudades enteras. Todo estaba por reconstruir. La población carecía de recursos de todo tipo. El entonces Secretario de Estado norteamericano, George Marshall, pronunció un discurso en la Universidad de Harvard, anunciando un Programa de Reconstrucción Europeo. Se le bautizó popularmente, como "el Plan Marshall" y supuso una ayuda de 13.000 millones de dólares (entre 1947 y 1952). La situación de pobreza de la posguerra impedía comprar los productos norteamericanos. Era imprescindible animar el comercio, con el fin de aumentar la producción y las ventas. Fue necesaria la coordinación de todos los países europeos para llevar a cabo el plan. ¿Les suena? Para repartir las ayudas se creó lo que hoy es la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

Moscú (entonces la URSS) consideró que dicho plan, era un instrumento del imperialismo y una forma de favorecer la hegemonía americana. Al poner como requisito que en los países beneficiarios hubiese un sistema democrático, la España de Franco quedó también excluida del reparto.

Por otra parte, el 19 de mayo de 1959, murió en el patíbulo, Pilar Prades Expósito, la última mujer ejecutada en España. Trabajaba como criada y fue condenada a muerte por asesinato. El verdugo designado, Antonio López Sierra, se negó a ejecutar a una mujer. La ejecución, prevista para las seis de la mañana, se retrasó más de dos horas esperando un indulto. Finalmente, tuvieron que emborrachar al verdugo y llevarlo a rastras al patíbulo.

Berlanga dirigió, entre otras muchas, dos películas que nos han dejado una huella profunda. Las dos fueron protagonizadas por uno de los mejores cómicos que ha dado el cine español: José Isbert. En su papel de alcalde sordo, de "¡Bienvenido Mister Marshall!" nos hace reír y llorar al mismo tiempo. Las esperanzas, sueños e ilusiones de un pueblo ante las ayudas que pasan de largo, provocan hilaridad y ternura.

En "El verdugo", una de las escenas reproduce el hecho real referido anteriormente. El verdugo es llevado hasta el garrote vil, como si fuese él el condenado.

Es un humor muy negro, donde los seres humanos y sus debilidades, chocan una y otra vez, contra la terrible realidad que los envuelve.

El esperpento, es una manifestación muy fina de la inteligencia. Cuando es tan grande la impotencia frente al dolor, y nada tiene sentido… sólo tenemos el sentido del humor.