Aportación a la cultura económica de la isla

Hacía un siglo y medio que unos voluminosos legajos conservados en el Archivo Histórico de Menorca venían aguardando a un estudioso preparado y capaz como Alfons Méndez que los abriera y supiera interpretar en ellos sus valiosos contenidos y así ha ocurrido. El libro que comentamos es uno de los mejores trabajos de análisis económico sobre Menorca, que complementa sobre todo la espléndida obra de Miquel Àngel Casasnovas. Éste centra sus mayores aportaciones en el conocimiento del sector agrario y en la economía de la isla de los siglos XVI y XVII, así como en el sector industrial menorquín del XIX; en cambio Alfons investiga y enriquece el conocimiento de la vid y los cambios agrarios insulares de los siglos XVIII, XIX y XX hasta nuestros días, ofreciendo también una visión global de la economía de Menorca. Tenemos entre las manos una obra científica basada en fuentes documentales y sus lecciones la distinguen de otros libros de historia, sobre todo de historia política contemporánea de España, donde básicamente los autores apenas introducen más diferencias que las ideológicas.

Antes de continuar con el libro, quiero señalar que en el Institut Menorquí d'Estudis se congrega un amplio grupo de estudiosos interesados en distintos campos del conocimiento (Arqueología, Economía, Literatura, Historia, Biología, Geología, Medio ambiente, Arte, etc.) que día a día se van ganando un reconocimiento en el ámbito de sus respectivos campos científicos. Las becas que anualmente se convocan para la realización de trabajos de investigación contribuyen notablemente a impulsar la creatividad innovadora de conocimientos que el IME promueve y contribuye a difundir.

Alfons Méndez cursó brillantemente la carrera de Económicas, con premio extraordinario de fin de carrera en la Facultad de la Universidad de Barcelona y sabe enlazar las técnicas de la Teoría económica, la Estadística y la Historia tradicional al servicio del análisis histórico económico, que aplica sobre pertinentes fuentes documentales, hasta hoy apenas interrogadas y los resultados son muy fructíferos. Es muy meritorio su vaciado de datos cuantitativos que ordena sistemáticamente de colecciones estadísticas como el amillaramiento de la reforma de Hacienda y del Crédito públicos de Martín de Garay de 1818, aquí denominado vulgarmente "Estadística de Casanello", el amillaramiento de Sorá de 1862 y de otras como los Padrones de 1983.

Con todo aquel bagaje Alfons Méndez elabora los modelos interpretativos atendiendo a las líneas de causalidad correctas entre las principales variables económicas (precios relativos, producción, consumo, cambios monetarios y comercio exterior, principalmente), ayudado por los irrenunciables datos cualitativos de otras fuentes como prensa diaria, estudios monográficos diversos y ensayos o libros publicados pertinentes.

La obra explica la crisis del viñedo, antaño cultivo expansivo, a finales del tercer decenio del XIX en Menorca y el declive paulatino que antecede al propio generado por la filoxera al doblar el siglo XIX. Durante el novecientos irá ganando terreno la ganadería sobre todo a partir de 1960, a costa de otros cultivos y en particular de la vid. Queda claro que en la isla la filoxera no fue la causa de la crisis del viñedo, sino que el declive de este cultivo había surgido mucho antes. La plaga de la filoxera en Menorca estuvo bien controlada, tardía y menos dañina que en Mallorca y muchos otros lugares.

Las enseñanzas de este libro son múltiples para entender la economía de la Menorca contemporánea y que la importancia predominante del sector turismo no puede ocultar el alcance paisajístico de las actividades agrarias, así como sus valiosas reminiscencias en la industria agroalimentaria.