Estamos sentados sobre un volcán

Desde unos discutibles afanes de tener con que defenderse, han ido construyendo un peligroso volcán y en nuestras ignorancias, se nos está pasando de largo que estamos sentados en la falda de esa montaña, de manera que si un día, Dios no lo permita, los humanos en sus humanas flaquezas les da por atizar el fuego de un enfrentamiento atómico, la erupción del volcán nuclear puede ser definitiva.

Hace unos años, Rusia y EEUU tenían el monopolio del arsenal atómico. Un arsenal que les mantenía en una constante confrontación dialéctica acuñada con esa tontuna que se dio a llamar "Guerra Fría". Dicen que "el miedo guarda la viña". Será verdad porque rusos y americanos han tenido siempre muy cercana a la razón que un enfrentamiento entre ambos países con cohetes portadores de cabezas nucleares, sólo podría acabar muy malamente, quizá peor, porque un enfrentamiento de esta naturaleza debe de ser una cosa vecina del infierno que imaginó Dante.

Si ya era preocupante saber que rusos y americanos tenían esas armas de destrucción masiva, no les quiero decir ahora que a esos dos países hay que añadir Francia, que posiblemente tenga 300 cabezas nucleares; China, que podría tener cerca de las 250; Inglaterra, 200; Israel cerca de 100, quizá incluso más; Pakistán no se sabe con certeza si tiene 80 o incluso 100; lo mismo que pasa con la India, que se calcula que puede tener entre 60 y 80; Corea del Norte, que para empezar su arsenal nuclear podría tener entre 10- 15. A ese arsenal debe añadirse las cerca de 12.000 de Rusia y las cerca de 10.000 de EEUU.

A la lista segura de países con armamento nuclear, posiblemente debe ya agregarse Irán, cuyo presidente Mahmud Ahmadineyad, en una intervención reciente en Naciones Unidas, dejó muy dicho que no producirían armas atómicas pero que no iban a abandonar la investigación de la energía nuclear y que su país no aceptaba la fiscalización de la ONU. A partir de ahí, la especulación de lo que realmente pretende el país musulmán, se lo dejo al criterio de cada cual. Yo sólo les diré una cosa: que quien se compra una caña de pescar, lo hace para ir de pesca.

Fíjense sólo por unos instantes en los siguientes datos: Turquía, Jordania, Egipto, Arabia Saudí y Yemen entre otros, tienen ya un plan de desarrollo en investigación nuclear. Irán y Siria tienen instalaciones en funcionamiento dentro de esa alocada carrera nuclear de reciente adquisición. De manera que, dentro de 4 ó 5 años, podría ser que más de 15 países contaran con armamento nuclear o tecnología para fabricarlo. De momento sólo 9 países tienen cohetes previstos de cabezas atómicas. Y ya les digo, que una sola bomba atómica, una sola, me parece una catástrofe potencial.

El monopolio nuclear como armamento disuasorio con que se presentan al resto del mundo los 9 países que lo tienen, no es otra cosa que una burda hipocresía y viendo lo que hemos visto estos días que puede organizarse por culpa de uno que tiene una magdalena en la cabeza y le da por amenazar con echar coranes a una hoguera en vez de dedicarse, pongo por caso, al contrabando de altramuces, pues qué quieren ustedes que les diga.

No hay ningún discurso que nos tranquilice respecto al armamento atómico que no sea el de anunciarnos que lo han hecho desaparecer. Pero está sucediendo, desgraciadamente, lo contrario. Cada vez hay más países que lo tienen.

¿Podía pensar Japón por un instante que iban a ser bombardeadas dos de sus ciudades con bombas atómicas? Estoy cierto que no, porque nadie en su sano juicio podía pensar tal atrocidad. Bueno, nadie tampoco, porque quienes tenían esas bombas sí que pensaron en usarlas, sí…y las usaron.

Algún iluso puede, en un entendible afán de supervivencia, pensar que como nosotros, a la presente, no tenemos esos artefactos de destrucción masiva, podemos estar tranquilos.

Pues no sabe usted cuánto lo siento, pero no podemos estar tranquilos. Fíjense si nos pilla lejos la central nuclear de Chernóbil, pues el año que se "descuajaringó", a los menorquines nos prohibieron cazar "cegues" y "tords blancs". Todo por si alguno de aquellos pájaros venía contaminado por haber estado por la zona de la central nuclear siniestrada. Sí, ya sé que el ejemplo no es demoledor pero sí puede ser útil para recordar que una contaminación nuclear no se circunscribe al área geográfica de su deflagración.

En definitiva, lo que quiero decir, es que una confrontación atómica causaría no sólo la destrucción de los países enfrentados si no la de otros que "sin comerlo ni beberlo", también serían destruidos. Lo dicho, nos han construido un volcán, y como idiotas, estamos todos sentados en las faldas de esa siniestra montaña.