...y Mahón también

Sin embargo, una lista en la que no es fácil estar por muchos atributos de los que una ciudad, un puerto, dispongan. No bastan las condiciones geográficas o meteorológicas y climáticas o la mera disponibilidad de unos amarres en condiciones para incorporarse a ese mundo de ensueño y, gracias a ello, pasar a formar parte del universo más cualificado de la vela en el mundo. Si buscamos un denominador común e integrador de estos destinos de ilusión, identificaremos que es el Circuito Panerai de Barcos Clásicos y de Época, el común denominador que permite desde hace seis años la reunión de los más importantes veleros clásicos en las ubicaciones internacionales más privilegiadas

Por ello, tras un año de pausa, volver este año a Mahón ha significado mucho para el Circuito Panerai y esperamos que también haya sido valorado por Mahón, Menorca y los centenares de personas que la pasada semana se acercaron en tierra y en el mar a disfrutar de un espectáculo reservado para los puertos con más encanto, el auténtico museo flotante de yates clásicos. Y el regreso lo hemos hecho con más y mejores barcos; con el completo apoyo del Club Marítimo de Mahón y de Real Club Náutico de Barcelona como club colaborador, y con el total compromiso de las instituciones que se han volcado para salvar los escollos del pasado verano y devolver a Mahón a esa lista de privilegio con un espectáculo único: Ayuntamiento, Consell Insular y Gobierno de la Comunidad; Federación Española de Vela y Real Asociación Nacional de Cruceros.

Por todo ello, Panerai, una compañía con 150 años de historia y ligada a las tradiciones de la náutica a través de la Armada italiana desde 1936, no tuvo ninguna duda a la hora de devolver la etapa española del Circuito a Mahón, a pesar de los reiterados cantos de sirena escuchados desde otras localidades. El compromiso con Menorca existía y se ha mantenido, tanto como para reservar para la cita mahonesa el estreno en regatas de la pieza más recientemente restaurada de estas joyas de la náutica, el "Eilean", el queche de los legendarios astilleros escoceses de Fife, recién acabado para Panerai y que Angelo Bonati, el presidente de la compañía, ha preservado para esta cita.

Una regata, la VII Vela Clásica Menorca Trofeo Panerai que además se honra de compartir el título de Copa del Rey de Barcos Clásicos y, sobre todo de haberse reencontrado con cientos de amigos –los muchos de s'Illa–, pero también a los más de quinientos armadores, regatistas, familiares y amigos venidos de distintos destinos de España e internacionales que nos han vuelto a agradecer la oportunidad de acercarse una vez más a Menorca. Todos para disfrutar del puerto de Mahón y sus aguas y vientos de regata, y unos para, además, volver a gozar con su gastronomía, su placidez… su sofisticada sencillez. Junto a ellos también han acudido a recrearse del espectáculo náutico un amplio grupo de invitados y periodistas de medios de comunicación de toda España a los que una vez más ha sido difícil despedir de la isla y que en estos pocos días pasados desde que la abandonaron, ya están haciendo votos a través del correo electrónico para reencontrarse en Mahón en el 2011… y solicitarnos más imágenes de esas que sólo una regata como ésta puede ofrecer.

En un verano en el que hemos seguido con atención en las semanas previas a la celebración de la regata un apasionante debate a propósito del futuro turístico y de desarrollo que se desea para la isla, desde Panerai nos gustaría pensar que nuestra pequeña aportación a Mahón y Menorca forma parte de los elementos que se quisiesen perpetuar y desde aquí ofrecemos nuestros mejores deseos para que este momento de encuentro y disfrute se consolide. Recuerdo con emoción las palabras de la consellera de Turismo del Gobierno balear, Joana Barceló cuando en el acto de presentación de la edición de este año señaló que esta es "la regata de Mahón, la regata de Menorca". Ojalá que podamos seguir diciéndolo juntos muchos años.