"No es desgracia pequeña no saberse parar en los límites de la prudencia". J.M. Pons Muñoz
El problema de Ceuta y Melilla con especial intensidad estos últimos días en Melilla no es lo que se podría decir un problema nuevo que venga a crear una sorprendente tensión con nuestros vecinos del sur, es yo diría como un Guadiana político que aparece y desaparece, que además curiosamente suele reaparecer en momentos puntuales el sábado día 21 de agosto cumple los años Mohamed VI hijo de Hassan II.
Como si fuera una masa de harina que fermenta con levadura por unos dimes y diretes casi de patio de vecinos se ha ido inflando, acrecentando un problema que casi no se conoce su origen hasta convertirse en un asunto en el que la diplomacia de buen calado reclama su intervención.
"Eso" que llaman tierra de nadie es una franja de terreno de uno 500 metros de anchura entre Melilla y Beni Enzar, donde ahora el Comité Nacional para la liberación de Ceuta y Melilla con el beneplácito de la Policía alauita organiza sus algaradas en forma de pancartas y panfletos varios, el problema de dicha franja tiene más de 30 años de antigüedad en cualquier caso los problemas con Marruecos son crónicos siempre han estado ahí, en julio de 2002 el señor Aznar y su gobierno tuvieron que apechugar con la retirada del embajador alauita y la invasión del islote Perejil que dicho sea de paso está a 8 Km de Ceuta y aunque aquello no tuvo más consecuencia que recordar lo que dijo en el hemiciclo del Parlamento don Federico Trillo: "Con fuerte viento de…".
Por otra parte, siempre me ha parecido prudente y sobre todo honrado venir a decir las cosas como han sido y no como las airean algunos interesados: el señor Aznar nunca estuvo en Melilla en visita oficial como presidente del gobierno español, si lo hizo en el año 2000 y 2004 como motivo de sendas campañas electorales. El señor González tampoco estuvo nunca ni como presidente ni como secretario general del PSOE, el señor Zapatero sí estuvo en 2006 como presidente del gobierno, el señor Suárez estuvo en las dos ciudades españolas del norte de África en diciembre de 1980, y por último decir que los Reyes de España estuvieron en noviembre de 2007.
De todo este capítulo de tensión generada por el interesado Guadiana de la política alauita en torno a Ceuta y Melilla algunos muy alegremente se olvidan de los intereses mutuos entre Marruecos y España.
En Marruecos hay una importante cantidad de industria española, por otra parte España coadyuva con unos 12 millones de euros anuales para distintas causas, tenemos un tratado de pesca y por España pasan todos los años miles de ciudadanos alauitas como un tránsito lógico y normal entre Marruecos y Europa, además en España viven miles de ciudadanos de aquel país.
En estos momentos de tirantez entre vecinos los hay que no se cortan ni un pelo para apagar el fuego con gasolina, caso de ese disparate alarmista propio de un interesado exaltado como ha demostrado ser el señor González Pons, viniendo a decir que la situación en la frontera es de "máxima tensión" a eso le faltaba la "guinda" apareciendo en Melilla el señor Aznar. Según El Mundo, jueves 19 de agosto " la venganza es un plato que se sirve frío", según el mismo diario esta sería la zancadilla que Aznar le tenía guardada a Zapatero desde hace casi nueve años concretamente desde diciembre de 2001 cuando Zapatero a la sazón líder de la oposición al PP se fue a Rabat intentando rebajar la tensión entre los dos países que por aquellos días estaba pasando por una de esas crisis que de tarde en vez le da al gobierno alauita.
A mí me cuesta mucho creerme que quien ha sido presidente del gobierno español puede tener tan arrastrados los principios morales porque si fuera así este hombre debería hacérselo mirar. Yo creo más bien que Aznar se plantó en Melilla por puro oportunismo vanidoso de hecho, el día siguiente aparecía en la portada prácticamente de toda la prensa española o quizá porque no sabe renunciar a seguir siendo el protagonista. Algunos he conocido que quieren ser el niño en el bautizo, el novio en la boda incluso el muerto en el entierro, que por cierto algunos políticos es lo que son políticamente hablando sin que acaben ellos de darse cuenta.
A propósito me resulta curioso la prisa que se ha dado Aznar por aparecer en medio de la zona del conflicto con Marruecos y lo mucho que tardó en aparecen en Galicia cuando el Prestige.
No puedo imaginar que el señor Aznar no supiera que su visita inoportuna a Melilla iba a encrespar la respuesta alauita y efectivamente así ha sido, el portavoz marroquí, el señor Khalid Naciri, la calificó de "provocación inadmisible".
Estas cosas de la política tengo para mí que son como la fragua donde se da bruño el metal noble del político de raza o donde el arrumbroso hierro se desgalbaniza para no ser otra cosa que vulgar martillo para seguir golpeando a troche y a moche sin ton ni son.
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