Succeït a Alaior

"(…) Cuando Alfonso XIII dejó España, el partido republicano de Alayor invitó a uno de los tribunos más representativos de la Península a que pronunciara alguna que otra conferencia. Enterados los compañeros de Alayor de la llegada de Don Ángel, fueron sin tardar a visitarle e incitarle a pasar un rato con ellos para que pudiera darse cuenta de las realizaciones mantenidas a través de los tiempos. Gustó al aragonés de tal invitación y por la tarde del día siguiente, fecha en que debía pronunciar su primera conferencia, pudo ojear los ejemplares de El Porvenir del Obrero, semanario anarquista del último cuarto del siglo pasado, en cuyas páginas colaboró el Dr. J. Mir y Mir, prologuista de un libro titulado Dinamita cerebral, en el que se reúnen opiniones de Bakunin, Faure, Tolstoi, Grave, Gori, etc. Visitaron luego los talleres de zapatería, instalados en el que fue convento de monjes dieguistas, cuya historia no deja de tener su sal, que allá por el siglo XVII quisieron acomodarse, no logrando su intento.

Ese convento, pues, fue convertido en casa de habitación y artesanía dando cobijo a aquellos amigos cuyo concepto de propiedad adquirida reposa en la labor perseverante, provechosa y pertinente resistiendo todos los embates de la vida social y política española hace más de un siglo. Y así, de visita en visita, ilustrando al huésped con palabra sencilla como son las gentes de allí, llegaron al edificio de la Escuela Racionalista, situado en una de las calles más amplias, envuelta de campo y verdura, de azul y de sol. Esa construcción, que se inauguró en 1926, fue realizada por los obreros animados por el ideal innovador de F. Ferrer y Guardia.

En ella enseñaron los maestros Durán y Alberola y de ella salieron hombres cuya influencia moral se hizo sentir antes, durante y después del parto juliano. La componen una gran sala de espectáculos, salas de estudio y clases diversas, jardín, etc. Esa Escuela prolongaba la existencia de la que empezó a funcionar en Alayor el 1906, tres años antes del fatídico 13 de octubre, ejemplo de espíritu libertario orientado por el influjo colectivista nacido de la superación individual. D. Angel, satisfecho al constatar que allí se hacía revolución "sin vuelta atrás" se retiró a sus habitaciones en espera de la hora de la conferencia. Alaiz se rió satisfecho cuando le expliqué que al abonarle lo convenido le significaron a D. Angel haberle invitado para hablar en nombre de los republicanos, y no de los anarquistas".