Las varas de medir

Fíjense en el siguiente caso: "La Audiencia de Alicante juzgó hace unos días aunque absolviera a una madre de un presunto delito por maltrato contra su hijo, un asunto que se remonta a 2007. Los hechos probados decían que su hijo de 11 años le pidió a su madre un pantalón, la madre por la razón que fuera no se lo dio, por lo que el menor lo buscó por su cuenta, la madre le indicó que el pantalón no estaba donde lo estaba buscando, entonces el niño sin mediar una palabra "le propinó a su madre una bofetada" y ésta le dio dos zapatillazos.

El Ministerio Fiscal consideró que los hechos constituían un delito de maltrato de la madre a su hijo por lo que se pedían 20 días de trabajos en beneficio de la comunidad y un distanciamiento de su hijo de 300 metros durante 45 días.

Por otro lado, la señora Cospedal, doña María Dolores vuelve por donde ya transitó en mala hora en 2009 cuando lanzó las más graves acusaciones que se le puedan hacer en democracia a un gobierno cual es que éste utilizase a jueces, fiscales y policías para perseguir a los miembros de su partido con escuchas ilegales. El último día 3 de agosto María Dolores Cospedal volvió por esa trocha tan peligrosa pero que por el momento a ella le sale tan barata: "El Gobierno ha utilizado en muchas ocasiones los aparatos del Estado en beneficio propio" en contra del PP, afirmaba en una entrevista a la Agencia Europa Press (El País 3 de Agosto 2010).

Y ahora díganme: ¿Qué es para ustedes más grave, lo de la madre y su hijo o lo de la señora Cospedal, Zapatero y su Gobierno?

Recuerdo que, entre otras cosas por escuchas ilegales contra otro partido, un tal Richard Nixon a la sazón presidente de EE.UU. (1969-74) tuvo que dimitir conociéndose este asunto en la historia como el escándalo Watergate del que ayer se cumplieron 36 años.

Acusar a un presidente y a su gobierno democráticamente elegido nada más y menos que de espionaje contra otro partido aprovechándose de jueces, fiscales y policías sin aportar pruebas contundentes es, a mi entender, un asunto de tal gravedad que debiera llevar a la Fiscalía a una actuación inmediata, y si la señora Cospedal tiene razón el presidente del gobierno debió ser cesado o haberle dejado que dimitiera nada más comprobarse las acusaciones, pero si no presentó esas pruebas contundentes que avalaban jurídicamente sus gravísimas acusaciones la Fiscalía debería también actuar con el máximo rigor contra la autora de esas acusaciones.

No puede salir gratuito ser culpable un gobierno de espiar para su beneficio usando los aparatos del Estado y tampoco puede ser gratuito si es inocente ser víctima de las más graves acusaciones por parte de personajes significativos de la oposición. Una de las dos cosas debería haber sido ya juzgada. Si Cospedal tiene razón el Gobierno debe pagar su delito, pero si quien tiene razón es el gobierno Cospedal, por razones obvias, debería haber abandonado de grado o por sentencia judicial su vida política para los siglos de los siglos amén…

No es que yo se lo diga, ya lo ven ustedes, no pasa nada en un asunto realmente gravísimo del que cualquiera que tenga la costumbre de pensar y de hacerse preguntas pensará y se dirá: ¿tendrá razón la señora Cospedal? ¿Será el señor Zapatero culpable? ¿Cuál es inocente, cuál de los dos es culpable? ¿Cuál es el castigo por lanzar acusaciones de ese calibre sin aportar pruebas?

¡Anda que yo también! Meterme en esos charcos, en esas menudencias de la política teniendo estos días un hecho tan grave , tan escandaloso , tan execrable, tan peligroso como lo de la madre y el niño que se dilucidó en la Audiencia de Alicante. Al fin y al cabo, lo de la Cospedal, lo del Gobierno, lo de su presidente, los jueces, la Fiscalía y la Policía eso no tiene importancia, "fum de formatjades", bueno ni eso.