Después de tener que realizar varias veces el trayecto Maó-Ciutadella a las ocho de la mañana, he llegado a una conclusión, tal como dice la canción, "para ser feliz quiero un camión", o en su defecto, un tractor. Mientras conduzco a 50 kilómetros hora por la carretera principal de la Isla, me vienen a la cabeza estas reflexiones sobre la vida en Menorca: "todo está cerca", "en 10 minutos estás ahí", "aquí no hay distancias"...
Por supuesto que sí, toda la razón. Pero también es cierto que si quieres llegar puntual a Ciutadella (o pueblos cercanos), no basta con salir de casa 50 minutos antes, ya que realizar ese trayecto se convierte en toda una experiencia. No sólo son camiones, también te topas con tractores, ciclistas, motoristas o con los fantásticos "coches 45". Todos tenemos derecho a circular por la vía pero, a día de hoy, me extraña que no se produzcan más accidentes, bien sea por las colas que se forman, por las prisas, o los despistes, el caso es que todo esto podría evitarse ensanchando la carretera "un poquito".
El problema es que ese "poquito" molesta a unos cuantos y a los otros les atemoriza que a esos cuantos les moleste ese "poquito".... Está claro, ¿verdad? El caso es que los unos por los otros y la vía sin ensanchar. Algo que no afecta a camiones y tractores, los más felices dueños de la Me-1.
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