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El Ayuntamiento de Maó insta a los residentes a blanquear las fachadas de sus casas, pintar puertas y ventanas durante los meses de abril a junio para que los visitantes se encuentren con una imagen aseada, sencilla y amable. Como estímulo se anuncia una exención de arbitrios municipales a todas aquellas personas que se sumen a la iniciativa.

El primer párrafo de este artículo no es una broma. Es una nota oficial de alcaldía, pero de hace 50 años (publicada hoy en nuestra sección de Hemeroteca). Dejando de lado la retórica de la época, y de que se pueda discrepar sobre las críticas a las fachadas de colores, lo que llama la atención es la preocupación de la administración local, la prensa y los ciudadanos por mantener un entorno cuidado, tanto por satisfacción propia como para ofrecer una buena imagen a los viajantes de hace medio siglo.

Ahora que estamos a las puertas de la temporada turística, no estaría de más seguir el ejemplo y sacar las escobas para adecentar la Isla. Y no sólo por los visitantes.