Cobrar una factura es el último paso de un trabajo bien hecho y el primer paso para garantizar la continuidad de cualquier empresa. Las administraciones públicas se han convertido en las principales contratistas, por el presupuesto que gestionan, y son las entidades que peor pagan y que crean problemas importantes a sus proveedores. No se puede permitir que mientras los políticos que gestionan las instituciones públicas presumen de crear empleo con sus planes y proyectos, por otra parte estén provocando graves problemas de liquidez a sus proveedores. Ahora, por primera vez, un proyecto que ya se discute en el Senado propone reducir los plazos de pago y garantizar el derecho de las empresas que prestan servicios a las administraciones. Con o sin una nueva norma, hay que exigir que cumplan, como mínimo, lo mismo que exigen a los ciudadanos y a los contribuyentes. No valen excusas, argumentando que la empresa contratada acepta las condiciones de abono de las facturas. El pago de intereses de demora sería un reconocimiento de ineficacia en la gestión del dinero público. Las empresas que trabajan para la administración deben unirse para cobrar sus facturas en un plazo correcto, que debe llegar a ser de 30 días. Ni uno más.
Editorial
La injusta morosidad de las administraciones
15/04/10 0:00
También en Opinión
- Un hombre de 90 años, herido tras caer de su patinete eléctrico en Maó
- «Desde que soy 'crudivegano' he engordado 25 kilos»
- Los expertos recomiendan a los nacidos entre 1945 y 1975 hacerse la prueba de la hepatitis C: este es el motivo
- El temporal derriba un árbol en Maó y otro en Serpentona
- Más de 30 empresas compran suelo en el polígono de Ciutadella: los negocios que se instalarán
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.