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Más de una semana, sin comunicación marítima, por motivos climatológicos. Fuertes vendavales, acompañados de tormentas y copiosas lluvias convirtieron aquel Mahón, en intransitable. Por fin, el tiempo marco una tregua , amarrando el Bellver , descargando el primer coche Lincoln 38 HP de 8 cilindros. Un lujoso automóvil, del cual no figura su destinatario.

El 4 de marzo de 1926, ocurrió un grave accidente en la Fortaleza de Isabel II, producido por un auto camión. Dos soldados de artillería fueron arrollados, siendo trasladados al Hospital Militar, siendo atendidos por el facultativo, haciendo lo posible para salvarles la vida, lográndolo, tras pasar un tiempo internados en aquel lugar.

Mientras tanto, cada vez eran mayores las facilidades de que disponían los dueños de autos de esta isla. La Casa Salas, de Palma de Mallorca, concesionaria de la gasolina Águila, en 1926, disponía de cinco surtidores en diversos puntos de Menorca.

Dos de ellos en Mahón, uno en la plaza de la Ravaleta y otro en el garaje que los señores Vilafranca y Cardona tenían en la carretera de San Luis. En la misma entrada de Alayor, contaba con un puesto de venta. Otro en la plaza de la Constitución, de Mercadal, mientras que en Ciudadela se encontraba en el propio garaje que allí poseían los señores Vilafranca y Cardona.

Otro de los comercios que también intento introducir la venta de automóviles, fue la acreditada casa de Guillermo J. Orfila, situada en la calle San Fernando 29. En 1926, se trasladó a la Ravaleta 13, actualmente calzados La Torre. Pasando años después en la plaza Príncipe. El señor Orfila, disponía de infinidad de material agrícola, industrial para los talleres mecánicos, fontanería, herrerías, fábricas de calzado, platerías, amen de infinidad de género de todas las clases, según siempre escuche comentar al mecánico de la motora , que por un tiempo en su juventud, le montaba las motobombas tan populares para sacar agua de los pozos del camp. El señor Orfila, fue el que introdujo las mejores marcas de motores para instalar en embarcaciones. Motores, que a la vez también funcionaban de disponer un chasis de automóvil.

Es lógico, que una persona del talante de señor Orfila, hiciera lo propio con la introducción de vehículos, si bien, no va ser lo seu. Rafael Roselló Olivar, fue el más importante de cuantos intentaron su comercialización.

El señor Orfila, comercializó los autos, Cyclecar y los Monetet Goyon de dos asientos, los disponía nuevos de trinca, vendiéndolos a toda prueba a precio de regalo.

Sobre los mismos, infinidad de veces escuche su difícil aceptación en el mercado. Primero, porque tan sólo cabían dos personas, lo que resultaba muy incomodo, el maletero, algo reducido y tercero, la pregunta del año. ¿i sa sogra a on la colocam?. Con ello quedaba todo dicho.

Desde mediados de febrero, corría la voz entre los tertulianos, que el personal de Obras Públicas trabajaba activamente para organizar distintos trabajos en la isla. Ofreciendo un gran número de posibles obreros en paro forzoso. En Ciudadela se llevaron a cabo varias gestiones con buen éxito para que los señores, don José de Olives, don Joaquín Comellas, don Juan de Vidal y el señor Pascual, propietario de la finca Biniseguí, dieran facilidades para activar los trabajos de reparación de la carretera Mahón-Ciudadela y las obras nuevas de la carretera de Alayor a San Cristóbal. Tambien el alcalde y el secretario de Ciudadela quedaron impuestos de ciertas mejoras que habrían que adoptar en los caminos vecinales a su cargo para ponerlos pronto en armonía con las carreteras que se han de construir a fin de facilitar el acceso a los faros de Ciudadela, Punta Nati y Cabo d'Artruix. Finalizaba el comunicado, que el Ayuntamiento de Mercadal tiene conocimiento de algo análogo para el faro de Cavalleria.

Continuaba el periodista, diciendo: Adelantamos los trabajos que se están realizado en el camino vecinal de Villa Carlos a San Felipe y faro del puerto de Mahón y se desarrollan con tanta amplitud que seguramente dicho abandonado camino se convertirá en transitable. Otra noticia, que he rescatado, es la que el quiosco de Santandria de Ciudadela, llegado el mes de mayo de aquel año, comunicaba que el día 16 se abriría al servicio público, quiosco en el que, como todos los años, los excursionistas que acudan a dicha playa, encontrarán fuego para calentar la comida. Toda clase de refrescos, vino y café a precios económicos.

Un grave suceso, ocurrió en la carretera general en el trayecto comprendido entre villas de Alayor y Mercadal, ocurrido ayer, una desgracia automovilística, la que según noticias fidedignas se desarrolló de la siguiente manera:

Iba de Alayor a Mercadal el auto de don Román Parpal, guiado por éste y ocupado además por su padre político don Manuel Beltrán y sus amigos señores Pons Nin y don Cristóbal Gomila. Cuando el auto seguía una de las curvas que forma la carretera y le faltaba poco para adelantar a un camión, en este preciso momento venía desde el otro lado de la curva y por lo tanto en sentido contrario otro automóvil. En tales condiciones el auto que guiaba el señor Parpal había de chocar forzosamente con alguno de los carruajes de referencia, o bien para evitar el choque y los males consiguientes dar una virada rápida y precipitarse a la cuneta. Esta última disyuntiva fue la que siguió el señor Parpal.

El auto rozó con la pared de uno de los lados de la carretera, tumbose de lado y volvió a quedar en su posición normal; pero los ocupantes fueron despedidos del coche y lanzados en mitad del camino. En este momento llegaron otros autos, entre ellos el del señor Conde de Torre Saura con su propietario, el del notario de Alayor señor Flaquer, también con su propietario y uno de alquiler de Villa-Carlos.

Los ocupantes de estos autos prestaron los primeros auxilios a las víctimas del accidente, sobre todo al señor Pons Nin que por las heridas que sufría y por su edad y achaques era el más necesitado de ello. Los demás no sufrieron heridas de gravedad. El señor Gomila tenía algunos cortes en la cara a consecuencia de la rotura de un cristal, sufrió además la pérdida de un diente y varias contusiones.

En cuanto a los señores Beltran y Parpal sólo recibieron contusiones de escasa importancia. El señor Pons Nin fue conducido en brazos a la caseta de los peones camineros que está a pocos pasos del lugar de la desgracia y luego en el auto del señor Flaquer fue embarcado para Alayor donde le reconoció el médico señor Vinent Serra que le hizo la primera cura, y después se le condujo de esta ciudad a su domicilio, falleciendo anoche a las nueve y media. El auto sufrió algún desperfecto más bien que avería y pudo regresar a esta ciudad impulsado por su propio motor.

La Casa Resello de la plaza de la Constitución, continuaba publicando sus baraturas en coches de ocasión. Dos Ford. Dos Studebaker y un DG. Venta de automóviles, y todos los accesorios, la casa mejor surtida en Menorca la que más automóviles vende y la que vende más barato. Si le interesa un automóvil nuevo o usado, pida precio y se convencerá.