31/01/10 0:00
Con la muerte del Padre Cots se va un sacerdote ejemplar y una persona admirable, una institución de la comunidad menorquina. Decimos adiós a un hombre de firmes principios, austero, culto, enérgico y comprometido, a "un loco por los pobres", según le define una feligresa. Huyó del protagonismo, abrazó con vocación los votos del sacerdocio, se desprendió de sus bienes y se entregó a la causa de Jesús, coherente siempre con las sólidas convicciones religiosas que han guiado su vida. Su trayectoria en la Iglesia describe un legado de dedicación y entrega encomiables, pero su personalidad traspasa ese ámbito y ha dejado también en la sociedad excelentes muestras de su generosidad.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.