El Ayuntamiento de Ciutadella pone fin hoy a más de siete meses de situación irregular y abre una nueva etapa política con la elección prevista de Pilar Carbonero como alcaldesa. El análisis optimista de la situación refleja medio mandato por delante para aplicar una gestión de ajuste y un plan de inversiones con financiación estatal a punto de ejecución. Existe además una dinámica de funcionamiento administrativo apta de mejora siempre con un entorno de estabilidad y confianza en la dirección política.
A ese análisis optimista, la nueva mayoría que hoy accede al poder cuenta con una predisposición ciudadana favorable propiciada por el proceso de descomposición del gobierno del PP y la convicción general de hallarse ante la mejor salida posible. En tercer lugar, debe valorarse la actitud de la coalición de socialistas y nacionalistas, la futura alcaldesa afirma su compromiso con un gran cambio, que suena a buenos principios con los que afrontar la tarea, y elude obsesionarse con la investigación de la gestión anterior. En este afán, en efecto, se ha consumido buena parte del mandato actual y la ciudadanía, si bien reclama limpieza y transparencia, exige sobre todo inversión, prestaciones y administración eficiente.
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