Hay que cambiar el actual modelo de defensa de la Unión Europea

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El aumento del gasto en Defensa está siendo objeto de debate en todos los gobiernos de la Unión Europea, tras la severa advertencia de Donald Trump de que Estados Unidos no seguirá garantizando la seguridad en el viejo continente. Es el momento de replantear el modelo    a seguir. Europa necesita ser fuerte desde el punto de vista militar, pero esta fortaleza no se consigue únicamente aumentando los presupuestos, sino unificando posturas entre todos los países de la UE.

Algunas naciones son reticentes a la hora de potenciar el gasto militar y otras, en cambio, abogan por incrementar el presupuesto. Lo que interesa consiste en un nuevo modelo de defensa que funcione a medio y largo plazo. Tras la Segunda Guerra Mundial, hace ochenta años, los europeos se despreocuparon de su seguridad porque sabían que Estados Unidos velaba por ellos. Con la llegada a la Casa Blanca del nuevo inquilino cambia y ese cheque en blanco ya no sirve. Es poco verosímil que Putin pretenda invadir más países fronterizos y que se lance a un conflicto abierto contra la OTAN, su enemigo tradicional. Varios políticos intentan meter el miedo a la guerra en la población para defender unos presupuestos más potentes en Defensa, en detrimento de otras partidas y gastos, y con un aumento general de los impuestos.